Antonio Fraile cuenta con 16 años, dos campeonatos de España de trial bici quedando en segundo lugar y muchos podios en varias categorías. Ahora se muestra muy ilusionado porque en su pueblo se está montando —detrás de las pistas de pádel— un circuito para entrenar esta disciplina.
A principio de verano, él, junto a su padre, José Antonio Fraile y un amigo de ellos, Luis Pluma, empezaron a pedir materiales y a ponerlo en marcha. Esperan que, con la colaboración de los amigos y vecinos puedan terminarlo antes de que empiece el invierno y poder entrenar y hacer carreras aunque Fraile reconoce “que es difícil” porque tienen poco tiempo. “También nos ayudan Carlos Gómez y mi tío Miguel Abad”, apunta Fraile.
“La intención que tengo es que, cuando esté terminado, en la escuela que tengo —dentro de las escuelas deportivas municipales y en la que hay 11 niños apuntados de cuatro a diez años— podamos dar clases allí”, manifiesta el deportista que se muestra orgulloso de poder llevar esta iniciativa a cabo.
“Para realizar las zonas nos hemos basado en la Copa del Mundo”, explica Fraile, y detalla que, además de zonas difíciles, de copa del Mundo, las hay “de nivel medio y de nivel bajo para los niños”.
El circuito está construido a base de tablones de madera, piedras y hormigón para “juntar elementos para realizar equilibrios con otros de fuerza”, explica Fraile.
En concreto, las piedras son de unos dos metros de alto y sirven para saltar del suelo a ella, además de servir de trampolín para saltar a otro elemento. En ellas también se realizan ejercicios de equilibrio.
Los troncos de madera —que fueron cedidos por Fran Gómez y Víctor Alonso— les hay de varios tipos: más finos que las propias ruedas de la bicicleta y otros enormes “para poder saltar”. En cuanto a los bloques de hormigón, se trata de bancos colocados “para hacer equilibrios o saltar y hacer fuerza”.
“Se lo propusimos al alcalde, accedió y nos cedió el terrero”, explica Fraile, que se muestra ilusionado de “tener este circuito porque sé que lo han hecho por mí”.
Trayectoria
Antonio Fraile, con pocos años, ya practicaba mountain bike, pero necesitaba técnica, fue por lo que su padre le compró una bici de trial, recuerda y ahí, con diez años, “empecé a entrenar y me gustó y decidí pasarme al trial y ahí entrenar y entrenar”, narra el joven deportista.
“Empecé tarde porque hay gente que empieza con cuatro años”, explica Fraile, que reconoce aspirar a “ser campeón del mundo”, un futuro que, lejos de parecerle solo un sueño, asegura que “sí que puede ser real”.
La semana pasada regresó de la Copa del Mundo en Bélgica donde quedó número 29 en la general, pero explica que “el año que viene lo tendré más fácil porque mis competidores serán más pequeños que yo y tendré ventaja”.
En la competición, el más pequeño debe tener 16 años y no hay máximo de edad. En este último campeonato de Bélgica el mayor era otro español, Benito Ros, que tiene 37 años. “Lo importante es entrenar”, reconoce el granjeño.
El joven reconoce que “mi padre está loco con el trial, le encanta” y a su madre “le gusta pero le da miedo, por si me caigo”, cosa que pasó el mes pasado.
Sin embargo, Fraile estudia un grado medio de informática y quiere ser bombero porque “me gustan las bicis pero es muy difícil. Estoy en el equipo Monty y estoy muy contento pero esto no es como el fútbol”, lamenta y recuerda que “un amigo mío ganó la semana pasada la Copa del Mundo y le han dado 700 euros. Aquí hay que vivir de patrocinios y es difícil vivir de ello”.
