El Centro de Investigaciones Históricas de la Guerra Civil (CIGCE) ha organizado para estas próximas semanas el seminario ‘Magnicidios’, que arrancará este viernes a las 19 horas en el salón de actos del Ayuntamiento de La Granja y concluirá el próximo 30 de noviembre.
En la primera de las sesiones, se tratará el asesinado de Leon Trotski, donde se analizará por qué se mata a los líderes —las causas políticas y personales— las consecuencias, qué ocurre con los verdugos o cómo lo afronta la sociedad.
Los ponentes, en este primer encuentro, serán, Julio Gil, —profesor de historia política del siglo XX que acude siempre que puede a estos seminarios organizados por el CIGCE— y Luiza Lordache —investigadora de la UNED y experta en historia de la política del siglo XX—.
“Se trata de ver y aprender, poner y contraponer, dos puntos de vista, dos imágenes de la Revolución Rusa, cómo ese enfrentamiento acaba con el asesinato de Trotski y qué influencia tiene”, explica el coodirector de estas jornadas del CIGCE, el historiador y cronista oficial del Real Sitio de San Ildefonso, Eduardo Juárez.
Análisis
El objetivo de este seminario es, explica Juárez “ver que la violencia política siempre está ahí, intentar comprender que está latente y cómo se usa como recurso político”, pero, reconoce “hasta el momento no habíamos profundizado en el uso de la violencia política contra el líder, por qué se mata a un líder, si es inevitable asesinarlo…”. “Puede ser un líder carismático —como Kennedy— uno magestático —como Sisi Emperatriz—, a veces un shock —como el caso de Kennedy o Carrero Blanco en España—”, detalla Juárez, quien profundiza en que “ha habido épocas en la historia en que ha sido frecuente, ahora no lo es, pero no nos quepa la menor duda de que volverá a ocurrir”.
“En el asesinato de Trotski hay muchas variables que estudiar”, reconoce el historiador, “sobre todo la división que hay entre el marxismo-lennilismo que desarrolla Stalin y el trotskismo que desarrolla Trotski, que fue muy importante en la Revolución Rusa”, explica Juárez, al tiempo que recuerda que, en dicho movimiento, “el Ejército Rojo también estuvo desarrollado por Trotski, Lennin y Stalin. Son las tres patas que la Revolución Rusa”.
“Lo que representa Trotski, por un lado, es la lucha entre una idea internacional del comunismo, que es la que tiene él de la revolución permanente, en todos los lugares posibles y que el comunismo se expanda por todo el mundo y la idea de la revolución en un solo país, más nacionalista que defiende Stalin”. Pero, a todo ello, defiende el historiador “hay que sumarle un enfrentamiento personal, una competencia clara con Stalin” que se manifiesta con más fuerte a raíz de muerte de Lennin, momento en que uno de los dos debe hacerse con el poder en Rusia.
Disidentes
En ese momento, recuerda Juárez, “la idea de Stalin es la que triunfa en la Unión Soviética en aquel momento, con ese propósito de eliminar a toda la disidencia y así ordena el asesinato de Trotski”, puntualiza, “a través, por cierto, de un español Ramón Mercader, que le mata con un piolet”.
Para saber las características exactas de ese momento, quien también es cronista oficial del Real Sitio, emplaza a los interesados, al seminario de este viernes.
Lo que le interesa al CIGCE a la hora de desarrollar este semanario, explica Juárez “no es el tomate en sí si no saber lo que significa para el comunismo y para la revolución Trotski y su muerte”. “Curiosamente no creo que haya hoy en día en el mundo”, reflexiona Juárez ninguna agrupación política que se defina a sí misma como stalinista, sin embargo sí que hay asociaciones trotskistas por el mundo hoy en día”. “Y es sorprendente ver, no quién tenía razón o no o cual era la mejor visión del comunismo, si no cómo Stalin tendió a eliminar todas las ideas que se alejaban de su idea básica de lo que era el comunismo”, asegura.
“Eliminaba otras vías de opinión y las cortaba de raíz”, zanja el historiador granjeño.
El encuentro será el viernes desde las 19 horas en el Ayuntamiento.
