La alarma suscitada esta semana por el estado de deterioro de la cubierta de la casa rectoral del Santuario de Nuestra Señora de La Fuencisla ha generado la lógica preocupación social debido al especial significado que tiene para los segovianos el edificio adjunto al templo que alberga a la patrona de Segovia. No es un problema recién descubierto. Desde finales de enero, la Delegación Diocesana de Patrimonio viene trabajando de forma conjunta con la Junta de Castilla y León para buscar la solución a un problema derivado de un defectuoso proyecto de construcción que pone en riesgo la estabilidad de la cubierta.
El delegado diocesano de Patrimonio, Miguel Angel Barbado, reconoce la existencia del riesgo derivado del progresivo hundimiento de la cubierta, motivado por un problema de sujeción de las cerchas. Según el estudio que la diócesis encargó al estudio de arquitectos Trazados Arquitectura tras conocer el problema, el diseño de las cerchas no hace posible el apoyo de la estructura de madera, sino que hace que se venza hacia abajo. Además, la tracción de la estructura de madera afecta también al muro exterior de la cubierta, que comienza a desplazarse hacia el exterior no sólo debido al empuje de las cerchas, sino por su unión con el muro, proyectada «de manera arbitraria, sin un orden de cálculo ni disposición premeditada para que cumpliesen su función estructural», según el texto del informe realizado por los profesionales.
Con estos datos, el informe técnico sugiere como solución «práctica y real» el atirantado de todas las cerchas en su punto de unión con el muro; un sistema que, a juicio de los expertos no sólo garantizaría la estabilidad de la cubierta sino que podría revertir su actual estado recolocando la estructura actualmente deteriorada. El proyecto incluiría también la mejora del trasdosado del muro afectado, así como la mejora de la carpintería exterior del edificio.
En cuanto al coste económico del proyecto, el informe técnico elaborado por Trazados Arquitectos cifra inicialmente en cerca de 64.000 euros el presupuesto de inversión, aunque Miguel Angel Barbado asegura que los técnicos pueden aquilatar esta cifra hasta una cantidad que puede superar los 35.000 euros. «Consideramos que es una cantidad razonable y los técnicos aseguran que suficiente para abordar el proyecto de forma eficaz y segura», explica el delegado diocesano de Patrimonio.
Barbado considera que el edificio de la casa rectoral fue construido «con urgencia» debido a la exacerbada sensibilidad que suscitó su derrumbe en la sociedad segoviana, y asegura que quizá la premura en la intervención «dejó atrás algunos detalles constructivos que ahora se ha demostrado que son importantes». Además, señaló que durante este tiempo la empresa constructora que llevó a cabo las obras ha entrado en un proceso concursal que dificulta enormemente la exigencia de responsabilidades. «Cualquier proceso judicial supondría varios años -explicó- y necesitamos ejecutar la obra cuanto antes».
Todos estos detalles serán objeto de estudio y análisis en la reunión que el próximo martes 3 de mayo mantendrán técnocos de la diócesis y de la Junta de Castilla y León, de la cual saldrá la solución definitiva a este problema. Sobre este aspecto, Barbado aseguró que la diócesis inisistirá en que las obras comiencen lo antes posible