Aviones de las Fuerzas Aéreas saudíes bombardearon desde primera hora de ayer posiciones de los rebeldes chiíes huthis en Yemen, al hilo de la decisión de los países del Golfo de “repeler la agresión” y responder a la petición del presidente yemení, Abdo Rabbu Mansur Hadi, de una intervención militar para evitar el avance de los milicianos.
En un comunicado conjunto, los gobiernos de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Qatar y Kuwait expresaron su “decisión de repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico en el país”.
Asimismo, advirtieron de que el “golpe de Estado” de los huthis en Yemen representa “una gran amenaza para la estabilidad de la región”, acusando a la milicia de llevar a cabo maniobras militares con “armamento pesado” cerca de la frontera con Arabia Saudí.
El Gobierno de Estados Unidos mostró su apoyo a la ofensiva de la coalición internacional. “Entendemos las preocupaciones saudíes, la amenaza que ellos perciben en sus fronteras, a la que están respondiendo, y nosotros apoyamos sus esfuerzos para abordarla”, dijo el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jeff Rathke.
Además, el secretario de Estado, John Kerry, habló por teléfono con los ministros de Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) sobre la coalición, y la Casa Blanca confirmó que el presidente, Barack Obama, autorizó la entrega de “apoyo logístico y de Inteligencia” a las operaciones militares en la zona.
Guerra civil
Uno de los bombardeos ejecutado en la capital de Yemen, Saná, por la coalición internacional habría provocado decenas de víctimas civiles, según informó una cadena de televisión vinculada a los rebeldes huthis.
Un alto cargo del movimiento rebelde chií huthi describió las operaciones militares como una “declaración de guerra”. Mohamed al Bujaiti, miembro del máximo órgano ejecutivo del movimiento, recalcó que “hay una agresión en marcha” y que los huthis “se enfrentarán a ella con valentía”. Asimismo, alertó de que
“las operaciones militares arrastrarán a la guerra a la región”,
Por su parte, el presidente de Yemen, Abdo Rabbu Mansur Hadi, se trasladó a la capital saudí el mismo día de los ataques, según informó la televisión nacional.
