Al menos 35 personas, entre ellas un niño, murieron ayer a causa del derrumbe parcial de un viaducto atravesado por una autopista a las afueras de la ciudad italiana de Génova, según informaron fuentes del Cuerpo de Bomberos a la prensa local.
Protección Civil fijó el balance oficial de víctimas en al menos 20 muertos y 16 heridos. “Los datos serán actualizados y esperamos que aumenten”, dijo Luigi D’Angelo, director del cuerpo de seguridad, en una rueda de prensa.
Sin embargo, el propio ministro de Interior, Matteo Salvini, declaró a los medios italianos desde Catania, donde se encuentra de vacaciones, que hay al menos treinta muertos. ‘Il Corriere della Sera’ detalló que entre las personas fallecidas hay un niño de unos diez años de edad.
La sección central del puente de Morandi, ubicado entre las ciudades italianas de Polcevera y Génova y atravesado por la A10, se derrumbó en torno al mediodía sin que por ahora se conozcan las causas. D’Angelo contó que en el momento del accidente había entre treinta y treinta y cinco vehículos usándolo.
Decenas de vehículos quedaron atrapados y los equipos de emergencias se esmeran por buscar y rescatar posibles supervivientes. El jefe de Bomberos, Bruno Frattasi, anunció que las tareas continuarán toda la noche. En ellas participan unos mil efectivos. “Son muy complejas por la presencia de vigas de gran tamaño”, explicó.
La ministra de Defensa, Elisabetta Trenta, fue la primera en llegar al lugar de los hechos. Poco después, se le sumó el primer ministro, Giuseppe Conte, que permanecerá allí hasta el día de hoy. Por su parte, Salvini y el otro viceprimer ministro, Luigi Di Maio, avanzaron en hoy viajarán a la ciudad italiana de Génova.
El Ayuntamiento de Génova declaró dos días de luto oficial durante los cuales las banderas de los edificios oficiales ondearán a media asta.
Investigación
El fiscal jefe de Génova, Francesco Cozzi, anunció que iniciará una investigación por “homicidio múltiple y desastre culposo” para depurar responsabilidades por el desprendimiento de un tramo de casi 200 metros por lo que se cree que sería un fallo estructural.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, calificó de “absurda y espantosa” la tragedia en Génova y advirtió que “ninguna autoridad podrá escapar al ejercicio de la plena responsabilidad”. “La conciencia de toda una sociedad lo demanda”, sostuvo en un comunicado.
En la misma línea se expresó Salvini: “He cruzado ese puente cientos de veces. Ahora, como ciudadano italiano, haré todo lo posible para conseguir los nombres y apellidos de los responsables, antiguos y actuales, porque es inaceptable que la gente muera así en Italia”. “Lo pagarán caro”, subrayó en Twitter.
Autostrade Italia, que se encarga del mantenimiento del viaducto, aseguró que “la causa del derrumbe será objeto de un profundo análisis en cuanto sea posible acceder al lugar con seguridad”. Además, prometió “reconstruir el viaducto en el menor tiempo posible de una manera eficiente y segura”.
El viceministro de Infraestructura, Edoardo Rixi, declaró que “todo el puente de Morandi será demolido con graves repercusiones para el tráfico”.
