La Pradera de San Marcos, con la silueta del Alcázar como marco incomparable se llenó ayer para escuchar el concierto de la cantante Camille Bertault dentro de la 43ª edición de Museg.
Bertault es de esas artistas de género inclasificable que le ha llevado a convertirse en 2018 en uno de los 20 rostros de París para Le Fígaro, el diario más longevo de Francia. Su estilo, virtuoso pero desenfadado, bebe de los ritmos de jazz de grandes compositores pero reinterpreta a su manera un género más que consagrado, casi divino, en un ejercicio de gimnasia vocal que la catapultó al éxito a través de las redes sociales.Son más de 84.000 seguidores en redes sociales los que se han enganchado a los dos discos de la francesa, ‘En vie’ y ‘Pas de Géant’.
La Fundación Don Juan de Borbón, organizadora del festival, quiso llevar una de las citas más especiales de la programación de MUSEG 2018 a este espacio «para impulsar géneros musicales y formas de vivir la cultura en un entorno único, especial y patrimonial», como señala la coordinadora del organismo, Noelia Gómez.
Con la caída de la noche segoviana, Camille Bertault expresó la libertad interpretativa que le caracteriza y con la que rinde homenaje al mítico saxo John Coltrane, del que quedó prendada a través de Youtube y en quién se inspira para titular su nuevo disco,
Para animar a todos los segovianos a asistir al concierto, el Ayuntamiento de Segovia puso a disposición del público el traslado hasta la Pradera del San Marcos con trayectos de autobuses urbanos que partirán desde la estatua de la Loba Capitolina de la Plaza del Azoguejo
