Al menos 1.173 personas entraron ayer de manera irregular por vía terrestre a Ceuta en lo que va de 2018, sumados los 602 migrantes indocumentados de origen subsahariano que consiguieron acceder irregularmente a la ciudad autónoma este jueves 26 de julio tras saltar la valla fronteriza.
Según los datos del Ministerio del Interior, las entradas a España vía terrestre por Ceuta eran 571 a fecha 13 de julio, lo que supone un 55% menos respecto al mismo periodo de 2017, cuando se registraron 1.272 entradas únicamente por esta vía que contabiliza las entradas a través del salto del vallado y en los dobles fondos de vehículos, entre otros. Sin embargo, el panorama cambia tras el salto masivo de este jueves, ya que el número de entradas por esta vía asciende a más del millar.
Las cifras oficiales desde enero hasta el 13 de julio contabilizan un total de 824 entradas de migrantes a Ceuta por vías irregulares (vía terrestre y marítima). Las personas que llegaron a través de embarcaciones a las costas de Ceuta fueron 253, frente a las 60 que se registraron en el mismo periodo del año 2017.
Fuentes de Delegación de Gobierno han precisado a Europa Press que hasta el 19 de junio habían entrado a Ceuta 607 extranjeros, de los que 303 eran argelinos, 225 de origen subsahariano y 35 de otros países.
Por otro lado, según datos del Gobierno facilitados, desde el año 2008 hasta el 2017 entraron a Ceuta un total de 18.970 personas. La tendencia de las llegadas fue creciente hasta 2016, cuando se alcanzó el pico con 3.223 entradas. En 2017, 3.219 personas entraron de manera irregular.
En estos diez últimos años, de Guinea llegaron a Ceuta 5.325 migrantes, de Argelia 3.451, de Camerún 2.250, y de Mali 1.176, que son las nacionalidades predominantes.
Guardia civil
Por otro lado, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) reclamó ayer mismo seguridad para los agentes que custodian los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla después de que la Benemérita denunciara el uso de “medios virulentos” contra ellos este jueves 26 de julio durante una acción de intrusión tras la que 602 los migrantes indocumentados de origen subsahariano han saltado la valla de Ceuta.
Desde el sindicato se vincula este salto a la valla con el anuncio del Gobierno sobre la retirada de las concertinas en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla con el objetivo de buscar otros medios alternativos pero “no tan cruentos”. Según recalcaron, hacer el anuncio “sin tener en cuenta medidas de seguridad adicionales tanto para la frontera como para los agentes que la custodian iba a traer problemas de seguridad”.
Reacciones
“La respuesta de los emigrantes subsaharianos a la medida anunciada por el Ejecutivo ha sido rociar con cal viva y con excrementos y orín a los guardias civiles que trataban de impedir un nuevo salto a la valla”, destacó la AEGC. Desde la Benemérita aseguraron que tras la actuación de contención resultaron lesionados 15 guardias civiles, de los que cinco tuvieron que ser trasladados para su asistencia al Hospital Universitario.
“Desde AEGC le preguntamos al Gobierno ¿dónde quedan los derechos y la seguridad de los guardias civiles? La retirada de las concertinas puede ser una acción humanitaria, pero para llevarla a cabo en primer lugar hay que tener un plan B de seguridad para esta zona caliente de nuestro país como es la frontera de Ceuta y Melilla”, sostuvo.
La Asociación manifestó que los agentes están “cansados de la improvisación con la que se actúa” en este asunto, al tiempo que ha advertido al Ministerio del Interior de que este problema se “agravará” si con la retirada de las concertinas no llegan más guardias civiles y más material antidisturbios y de autoprotección.
“Para la AEGC ya es hora de dar soluciones en las que no sólo se tengan en cuenta los derechos de unos y se olviden de los derechos de la otra parte, los guardias civiles, que son los que de verdad se arriesgan en cada asalto a la valla fronteriza”, remarcaron.
Desde la asociación llevan tiempo denunciando “la violencia” de estos saltos, y que los migrantes “ya no se mueven por impulso”.
Guardia civil
Por otro lado, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) reclamó ayer mismo seguridad para los agentes que custodian los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla después de que la Benemérita denunciara el uso de “medios virulentos” contra ellos este jueves 26 de julio durante una acción de intrusión tras la que 602 los migrantes indocumentados de origen subsahariano han saltado la valla de Ceuta.
Desde el sindicato se vincula este salto a la valla con el anuncio del Gobierno sobre la retirada de las concertinas en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla con el objetivo de buscar otros medios alternativos pero “no tan cruentos”. Según recalcaron, hacer el anuncio “sin tener en cuenta medidas de seguridad adicionales tanto para la frontera como para los agentes que la custodian iba a traer problemas de seguridad”.
Reacciones
“La respuesta de los emigrantes subsaharianos a la medida anunciada por el Ejecutivo ha sido rociar con cal viva y con excrementos y orín a los guardias civiles que trataban de impedir un nuevo salto a la valla”, destacó la AEGC. Desde la Benemérita aseguraron que tras la actuación de contención resultaron lesionados 15 guardias civiles, de los que cinco tuvieron que ser trasladados para su asistencia al Hospital Universitario.
“Desde AEGC le preguntamos al Gobierno ¿dónde quedan los derechos y la seguridad de los guardias civiles? La retirada de las concertinas puede ser una acción humanitaria, pero para llevarla a cabo en primer lugar hay que tener un plan B de seguridad para esta zona caliente de nuestro país como es la frontera de Ceuta y Melilla”, sostuvo.
La Asociación manifestó que los agentes están “cansados de la improvisación con la que se actúa” en este asunto, al tiempo que ha advertido al Ministerio del Interior de que este problema se “agravará” si con la retirada de las concertinas no llegan más guardias civiles y más material antidisturbios y de autoprotección.
“Para la AEGC ya es hora de dar soluciones en las que no sólo se tengan en cuenta los derechos de unos y se olviden de los derechos de la otra parte, los guardias civiles, que son los que de verdad se arriesgan en cada asalto a la valla fronteriza”, remarcaron.
Desde la asociación llevan tiempo denunciando “la violencia” de estos saltos, y que los migrantes “ya no se mueven por impulso”.
