No por ya sabidas y repetidas hasta la saciedad, las reivindicaciones de la patronal segoviana dejan de mantener su vigencia a la hora de poner sobre la mesa las necesidades de los empresarios para poder garantizar el futuro del tejido productivo y empresarial en la provincia. Ayer, la asamblea general ordinaria de la Federación Empresarial Segoviana (FES) reiteró el ‘desiderata’ de los empresarios para el desarrollo de la provincia, donde la lucha contra la despoblación, las carencias tecnológicas y de suministro energético y la diversificación son los ejes de la particular tabla reivindicativa de los empresarios segovianos.
En la asamblea, los empresarios expresaron la necesidad de que Segovia solucione las carencias de tecnología, redes y suministro energético que existen en varias zonas de la provincia y que “aíslan y merman la competitividad de las empresas allí ubicadas”, según explica la patronal en una nota de prensa, que precisa que se han dado pasos importante, “para los que FES ha trabajado intensificando sus contactos con empresas y administraciones”.
Asimismo, la FES pide la diversificación del tejido económico provincial con el objetivo de dotar al sector industrial de un mayor peso específico y de favorecer actividades empresariales poco representadas en la provincia. De igual modo, la patronal segoviana reclama medidas que ayuden a las pymes “a ganar peso y tamaño, a crecer y por tanto a ser más competitivas tanto en el ámbito nacional como en el internacional”.
En cuanto a la lucha contra la despoblación, los empresarios reclaman medidas de incremento de los fondos destinados a tal fin “y con un mayor y más enfocado el apoyo a emprendedores y a las empresas ya instaladas en estas zonas”. En paralelo, la FES solicita a los poderes públicos la promoción de una mayor dotación de suelo industrial en la provincia “en condiciones competitivas y equipamientos suficientes”.
En un plano más general, las reivindicaciones expresadas por la FES en su asamblea general se centran en la gestión de las administraciones públicas y en la presión fiscal. Sobre el primer aspecto, los empresarios consideran “necesario y urgente alcanzar una regulación menos compleja y más predecible”, ya que el actual entramado legislativo “es de una densidad y complejidad muy alta, lo que introduce distorsiones en el mercado y crea un elevado nivel de cargas administrativas para las empresas”. Además, sostienen la importancia de erradicar la economía sumergida y exigir mayor eficiencia y eficacia en la gestión con las Administraciones públicas.
En cuanto al sistema fiscal, los empresarios reclaman que sea “más sencillo y favorable al crecimiento empresarial”, y aseguran que la presión fiscal sobre las actividades productivas “debe reducirse y no incrementarse como parece que apuntan los planes del nuevo Gobierno”. Del mismo modo, reclaman una modernización del marco laboral y la negociación colectiva “reforzando la apuesta por el diálogo social”.
La patronal hace también un guiño a los autónomos, para quienes piden “un mayor rigor a la hora de cumplir la legislación contra la morosidad, y facilitar su actividad en vez de dificultarla. “Asfixiar vía impuestos y condiciones imposibles para el cumplimiento de sus obligaciones tributarias es echar el freno de mano a la recuperación de la economía y del empleo”, asegura la FES
