El Escúter Club Segovia ha celebrado el fin de semana su XXIII Escuterada por la provincia, con un amplio programa de actividades que, como es habitual, incluyó un recorrido por la provincia y otras actividades de confraternización entre los participantes. Se da la circunstancia, además, de que el club cumple 30 años en 2018, ya que sus primeros pasos los dio en el año 1988.
Este club es una asociación de propietarios y simpatizantes de las motos escúter de chapa, con motor de dos tiempos y marchas en el puño, las clásicas motocicletas que se han convertido en objeto de culto y de colección para muchos admiradores de estos vehículos, y en Segovia hay un nutrido grupo de ellos.
Los actos de esta edición 2018 de la Escuterada segoviana comenzaron el mismo viernes, festividad de San Pedro en la capital segoviana, con un recibimiento a las ocho de la tarde a los escuteristas más madrugadores de otras localidades y una ruta de bares por el casco viejo de la ciudad.
Pero fue el sábado 30 cuando se desarrolló en sí la jornada de convivencia, que reunió a unos ochenta vespistas de toda España, que se concentraron en torno a las once de la mañana en la plaza de San Lorenzo, donde además de las inscripciones de última hora, comenzó una vuelta por la ciudad, con escúter y, posteriormente, por la provincia.
El plan marcado por la organización incluía un recorrido por Espirdo, La Higuera, Brieva, Basardilla, Santo Domingo de Pirón, Berrocal, La Cuesta, Cubillo, Rebollo, Pedraza, Arevalillo, Valdevacas, Turégano, Torreiglesias, Losana de Pirón y Adrada de Pirón para regresar a Segovia, de nuevo vía La Higuera y Espirdo hasta el Mesón El Arriero, donde estaba prevista la comida con el típico asado castellano.
Ya por la tarde estaba programado un concierto, una entrega de premios y una sesión de música a cargo de Marciano Pizarro & Eloy RB. Los escuteristas no iban a marcharse a sus casas sin la correspondiente merienda y el intercambio de buenos deseos, especialmente nuevos encuentros, otras escuteradas en Segovia o en otras localidades.
En definitiva, una jornada con buen tiempo, agradable, para lucir las escúter, muy bien cuidadas, como cabe esperar de un colectivo que sabe que conducir y mantener este tipo de vehículo es todo un estilo de vida.
