La polémica Ordenanza reguladora de carteles anunciadores y otros elementos similares instalados en la vía pública en el centro de la ciudad, que ha enfrentado en las últimas semanas al Ayuntamiento y las patronales de Hostelería y Comercio de la ciudad, salió adelante hoy con los votos a favor de PSOE, UPyD – Centrados en Segovia e Izquierda Unida, y la abstención del Grupo Municipal Popular. Así pues, el objetivo ahora es cumplimentar los trámites burocráticos para su entrada en vigor “lo antes posible”, afirmó la concejala Paloma Maroto en la exposición.
Recordó la edil que, a pesar de lo que se ha hablado, “no es que se prohíba nada, es que nunca se ha autorizado” la colocación de estos carteles en la vía pública, simplemente que durante los últimos años han proliferado, sobre todo en la zona centro de la ciudad, por lo que “necesitamos una normativa que nos permita retirar los carteles de la forma más rápida posible”, porque, argumentó, “nosotros estamos aquí para defender el interés general y el interés público prevalece sobre el privado”.
Asimismo, insistió Maroto en que “se trata de una ocupación ilegítima de la vía pública” y ya se habló con los comerciantes y los hosteleros, se mandó a la Policía Local a diversos establecimientos “y yo personalmente también visité algunos”, para pedir que se retiraran los carteles, porque impedían el paso correcto de los viandantes, pero de nada sirvió, según la concejala, porque al día siguiente volvían a colocarse.
Respecto a las alegaciones presentadas para proponer unos carteles más pequeños y acordes al entorno histórico, desestimadas por el Ayuntamiento, reiteró Maroto que “no es cuestión de tamaño, sino de que ocupan la vía pública”. Por el mismo motivo, señaló, no se cobrará una tasa por su instalación, pues “la ordenanza no pretende ser recaudatoria”, sino que los carteles desaparezcan de la calle.
Todas estas razones fueron compartidas por los concejales de Izquierda Unida y Centrados en Segovia. Para Ángel Galindo, portavoz de IU, “esta ordenanza es necesaria”, ya que hay que facilitar a vecinos y visitantes el paso por la zona centro de la ciudad “sin que sea una carrera de obstáculos”. En la misma línea, Cosme Aranguren, portavoz de Centrados, afirmó que la nueva normativa “es casi obligatoria” y añadió que en la ciudad hay espacios suficientes para publicitar los negocios “sin necesidad de tener que invadir la vía pública”.
La misma idea reiteró el concejal del Grupo Municipal Popular Juan Antonio Miranda, “es necesaria una ordenanza así”, pero “habría que haberla estudiado más, porque la ciudad es muy compleja y tiene muchos matices”. “Ha sido como una ordenanza exprés”, aseguró, por lo que su grupo decidió abstenerse en lugar de dar el voto a favor.
CIUDADANOS EN CONTRA Las concejalas de Ciudadanos votaron en contra de la ordenanza, por considerarla “discriminatoria”, ya que la normativa se centra en el casco histórico, por lo que, según la portavoz de la formación naranja, María José García Orejana, los hosteleros y comerciantes de otras zonas de la ciudad tendrán más facilidad para anunciar sus productos a pie de calle.
Maroto negó la mayor, asegurando que no habrá agravios comparativos; pero reconoció que el recinto amurallado es más sensible y tiene unas características diferentes a las del resto de la ciudad.

