El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), Joaquín Galve, afirmó que los integrantes de la Sala de lo Civil y Penal, que él preside, sienten “presión” a la hora de resolver los recursos de las partes a la sentencia que condena a los integrantes de ‘La Manada’ a nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual y les absuelve de agresión sexual.
“Para ser sinceros, preferiríamos no tener esta presión, pero una cosa es que la sintamos y otra cosa es que nos llegue a afectar o que esto se pueda traslucir en una resolución nuestra”, afirmó Galve, al ser preguntado por los medios de comunicación si los cinco miembros de la Sala de lo Civil y Penal se sienten presionados.
Presión de la calle
Al ser cuestionado por si esta presión la perciben sólo de la calle o también por parte del Ministerio, afirmó que desde el Ministerio o del Consejo General del Poder Judicial “no hemos tenido ningún tipo de presión”. “La única presión es la presión mediática y todo depende ya de cada uno de lo que pueda atender a los medios de comunicación o depende de qué medios se puedan leer”, señaló.
Por otro lado, sobre las críticas al juez que emitió un voto particular en la sentencia, Galve afirmó que se siente “perseguido” y remarcó que “motivos no le faltan para sentirse perseguido porque es evidente la persecución que se está haciendo sobre él”. Y cuestionó que haya personas que se dediquen a “escudriñar la vida personal de un juez”.
En cualquier caso, aseveró que, según dice el propio juez del voto particular, “no tiene nada que ocultar ni nada que esconder”, por lo cual, según ha dicho, “parece que está tranquilo”.
Además, comentó que esta misma semana estuvo en un par de ocasiones con los tres jueces que integran la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra, tribunal que dictó sentencia en el caso de ‘La Manada’, hablando “no precisamente de la sentencia, sino de otras cuestiones” y afirmó que “lógicamente están afectados”.
Y también declaró que “como en toda la judicatura en general” los ánimos en la Audiencia de Navarra, tras la polémica suscitada por la sentencia de ‘La Manada’, están “alterados”, aunque ha esperado que “poco a poco” la cosa “irá remitiendo”.
Para el presidente del TSJN, en este caso “se ha superado ampliamente” el límite de la crítica, ya que “todos pudimos ver las reacciones de muchísima gente, ciudadanos anónimos o no tan anónimos, que sin conocer absolutamente nada del contenido de la sentencia hicieron declaraciones, manifestaciones y actuaciones fuera de lugar”.
En este sentido, sobre las críticas del ministro de Justicia al juez del voto particular, señaló que sus declaraciones “duelen” por el cargo que ostenta y recordó que en su momento ya dijo que sus palabras no le parecían “bien”. “Después de los días que han pasado desde entonces tampoco quiero incidir en el tema ni volver a recordarlo”, zanjó.
En cuanto a las palabras de Catalá afirmando que cuando un magistrado habla de “jolgorio o regocijo” de una víctima no hay un “problema de leyes” sino de cultura, de formación y sensibilización, Galve opinó que el servicio de formación del Consejo General del Poder Judicial es “probablemente” uno de los “mejores que hay en Europa” y destacó que “tiene una actuación muy activa en el tema de la formación de jóvenes”.
