Si hay una infraestructura realmente apasionante en Navas de Riofrío es su red de caceras de agua, un conjunto de bifurcaciones vertebradas que transitan por el término municipal y por el mismo casco urbano. Son unos ramales de carácter natural, medioambiental, hidráulicos y de abastecimiento que han marcado la historia del pueblo durante siglos. Por eso desde el Ayuntamiento de Navas de Riofrío, una de las apuestas fuertes es la protección y recuperación de las mismas.
El Ayuntamiento de Navas de Riofrío prosigue con el proyecto de recuperación de la red de caceras del municipio, que se inició en el año 2012 y en el que de manera continuada “durante estos últimos cinco años está concatenando subvenciones y fondos propios para lograr recuperar de forma integral esta red, que constituye una parte fundamental del patrimonio etnográfico e histórico del municipio”, afirma el arquitecto Hermes Serrano, encargado de redactar y supervisar el proyecto.
“El ramal recuperado con la subvención de Turismo de la Junta de Castilla y León ha sido principalmente destinado a la puesta en uso después de más de quince años sin funcionamiento de la Cacera del Chorrillo en su ramal hacia el Barrial, que se ha ejecutado en sucesivas fases, discontinuas, según se obtenían los diversos permisos necesarios”, explica el arquitecto.
Por su parte, para la alcaldesa, Pilar Reques, “es un proyecto muy complejo que ha traído aparejado problemas que hemos tenido que ir solventando contando con la ayuda de vecinos y técnicos”, indica, precisando varios aspectos. “En el caso de los vecinos han colaborado de manera desinteresada cuando atravesaba sus propiedades y se lo agradecemos mucho, puesto que técnicamente solucionaba conflictos para que el agua llegara donde queríamos, además de dar un valor añadido a sus fincas”, precisa con satisfacción.
Reques no quiere dejar pasar por alto la participación y seguimiento de la concejala Blanca Bueno. “El hecho de que en todo momento la concejala de Medio Ambiente haya estado pendiente de cómo se iba desarrollando el trayecto, ha hecho que sea un proyecto muy cuidado e integrado en el municipio”. La alcaldesa no se olvida tampoco de las instituciones que han hecho posible el trabajo, “por supuesto agradecemos a la Diputación Provincial y a la Junta de Castilla y León las últimas ayudas concedidas para continuar con este ambicioso proyecto”.
En esa cronología y sucesión de los trabajos, el arquitecto Hermes Serrano repasa brevemente las intervenciones, cuando en el año 2015, “se entubó la calle Cacera hasta su conexión con la calle Losa aprovechando las obras de pavimentación de la vía”. En 2016, “se conformó el partidor de la calle Losa y con esta subvención se ha renovado el tramo soterrado que discurría por debajo de dos edificios en la Quinta de San Luis, cuya obtención de autorización de los propietarios se ha demorado durante más de un año”. Sin dejar pasar por alto, que también “se ha repasado todo el cauce en suelo urbano y rústico para dar salida al agua hasta la finca del Barrial”, destaca.
Para el municipio ha sido importante el apartado laboral, aprovechando la contratación de trabajadores, entre otros muchos trabajos realizados en la red de caceras. A través del mismo, “se renovó el entubado de otro tramo de veinticinco metros de red en un inmueble de la calle Larga, se mejoró la instalación del lavadero de la calle Larga dotándolo de un ramal para facilitar su limpieza, reexcavado el cauce de la cacera que discurre por la finca del Navero y se ha completado la señalización de la red, instalando un cartel que recoge de forma resumida la historia de la caceras (en el partidor de la calle Losa), y los usos y costumbres (en el lavadero de la calle Larga)”, describe el arquitecto municipal.
