Agentes del equipo del Seprona de la Guardia Civil sorprendieron a un hombre que habría arrojado desde su vehículo, la cabeza de un corzo que habría abatido previamente y al que no había colocado el precinto que se precisa.
Así lo ha señalado la Guardia Civil de Segovia en su cuenta de Twiter donde se informa de que los agentes intervinieron la cabeza de un corzo, la cual se encontraba sin el correspondiente precinto, algo que es obligatorio para los cazadores a los que se autoriza abatir a estos animales.
Los agentes del Seprona dieron el alto a una furgoneta en la carretera SG-332, que comunica Navalmanzano y Navas de Oro, para identificar a su conductor. Éste emprendió la huida a la vez que arrojó por la ventanilla una bolsa con la cabeza del corzo.
Sin embargo, finalmente fue parado y encontraron en el vehículo que el supuesto cazador llecvaba un rifle del calibre 300, dos machetes, uno de ellos con restos de sangre y pelo del animal y un precinto sin utilizar.
La caza de corzos, que se puede realizar desde el pasado 1 de abril, está regulada con la condición de que una vez abatido el animal debe serle colocado el precinto, que sirve para contabilizar los animales que pueden ser objeto abatidos. En la provincia de Segovia el Servicio Territorial de Medio Ambiente ha distribuido cerca de 2.000 precintos a los cotos de caza. Este ungulado se ha extendido en los últimos años por toda la provincia y su amplia población causa a veces problemas en las carreteras y a las cosechas.
