Preocupación. Mucha preocupación es lo que despierta la nueva ‘moda’ de subirse al Acueducto para conseguir una fotografía distinta y presumir de ella en las redes sociales. Incívicos ha habido siempre, pero ahora parece que o han aumentado o han dejado de esconderse, porque basta con darse una vuelta por el Postigo o por la plaza de Día Sanz, zonas en las que es más fácil encaramarse al monumento, para ver conductas inadecuadas de los turistas.
Aunque también es fácil encontrar pruebas de estas conductas en las redes sociales, ya que lejos de avergonzarse de su comportamiento, los protagonistas presumen y ‘cuelgan’ sus fotografías en Facebook, Twitter, Instagram…
También en redes sociales se pudieron ver las primeras reacciones de la concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, muy ofendida con el trato que se da al monumento. “Esto no ha pasado nunca, al menos con la asiduidad que pasa ahora”, lamenta. “Yo creo que es el fenómeno de que uno, en redes sociales, se encuentra con la obligación de poner lo más impactante, así que hacen la machada para poder subirlo a Facebook”, continúa la edil, quien recuerda que no solo pasa en Segovia, sino que hay otras ciudades que también sufren ataques contra el patrimonio, como Lugo, donde alguien realizó pintadas en su Muralla y lo ‘colgó’ en redes.
De Santos diferencia estas actuaciones incívicas del vandalismo contra los monumentos, como las pintadas que aparecieron en el Acueducto hace unos meses, que fueron descubiertas una vez realizadas y de las que no se encontró rastro en las redes sociales.
“Pero ahora —dice la concejala— haces una búsqueda [del Acueducto de Segovia en internet] y te salen esas bobadas”, lamenta.
“Todo el mundo tiene que tener claro que no te puedes subir al Acueducto”, apunta, “igual que a nadie se le ocurriría escalar el Coliseo de Roma o meter el pie en la Fontana di Trevi”. Además, insiste en que hay carteles que lo avisan en varios idiomas.
Por ello, dice, habrá que tomar medidas, como por ejemplo incrementar la vigilancia policial en las zonas más afectadas, idea anunciada por la alcaldesa, Clara Luquero, en su perfil de Twitter. “Hay un cartel que informa de que está prohibido subirse [al Acueducto] y, a pesar de ello, sigue habiendo comportamientos irrespetuosos con el monumento. Vamos a estudiar la posibilidad de mantener vigilancia policial al menos los fines de semana”, dice el mensaje de Luquero.
“Una vez más se producen acciones inadmisibles en nuestro Acueducto, una persona se fotografía subida a los sillares bimilenarios, a pesar de que un cartel que informa de que está prohibido subirse y, a pesar de ello, sigue habiendo comportamientos irrespetuosos con el monumento”, lamenta en otro tuit.
Respecto a tomar medidas drásticas, como impedir que la gente se acerque al monumento, De Santos lo descarta de manera rotunda, porque “no se puede cerrar el Acueducto, es como cuando un niño hace algo malo y castigas sin recreo a toda la clase”.
Por último, insta a la colaboración de la ciudadanía para poner freno a estas actuaciones y pide que cuando algún vecino vea a alguien encaramado al Acueducto, llame a la Policía Local. “Es importante seguir denunciándolo y que nos creamos con la autoridad de hacerlo, porque la tenemos y porque esto no se puede permitir. Se están subiendo sobre nuestro ADN, sobre el símbolo que nos identifica a todos”, concluye.
