La Segoviana superó el primero de los tres partidos que necesita ganar de manera consecutiva para salvar la categoría, al imponerse al Pontevedra por la mayor renta que ha obtenido el conjunto azulgrana en une encuentro en toda la temporada. Da la impresión de que el equipo ha llegado al tramo definitivo de la competición en su mejor momento, quizá porque cuando no tienes nada que perder, te acostumbras a mirar hacia arriba, mientras que aquellos a quien persigues suelen mirar hacia abajo, y en no pocas ocasiones pierden el paso.
Eso le sucedió en la tarde de ayer al Pontevedra, que tenía marcado en rojo el encuentro de La Albuera, y que se marchó con una derrota, y con su moral maltrecha, después de firmar un partido que no estuvo acorde con lo que se presupone a un equipo como el gallego. La presión del descenso pasa factura a todos, y al conjunto de Luis Miguel Areda se le notó demasiado, sobre todo en el apartado defensivo.
Si a la Segoviana le hubieran concedido un deseo antes del choque, con seguridad hubiera pedido marcar pronto para liberarse de angustias. Y así sucedió en el segundo minuto del partido, cuando un córner a favor al que el viento llevó fuera del área pontevedresa, le dio la opción a Calleja a reiniciar la jugada ofensiva, conectando con Fernán, quien remontó con una pasmosa facilidad la línea de fondo, sirviendo un perfecto centro al segundo palo donde Anel, con la defensa visitante como privilegiada espectadora, se lanzó al suelo para cabecear casi a ras de césped el 1-0.
INVIRTIENDO LOS PAPELES
El gol vino a poner de cara un partido que se presentaba repleto de complicaciones para la Segoviana, con una inesperada nevada mañanera que impidió cortar el césped, y un viento racheado que hacía imposible controlar los envíos. Pero el tanto invirtió los papeles, y el equipo de casa pasó a esperar a que su rival intentara avanzar hacia el empate, pertrechándose en defensa para contrarrestar las diagonales a la espalda de los laterales que intentaban de manera constante los jugadores gallegos, quienes sólo dispusieron de una clara oportunidad para empatar, con un cabezazo de Éder que se marchó a milímetros de la portería de Pablo. El resto del primer tiempo transcurrió sin muchos más sobresaltos sobre la meta de la Segoviana, que intentaba tocar en la medular cada vez que tenía ocasión, pero sin descuidar ni un momento la labor defensiva.
Como en una buena película de suspense, los problemas comenzaron a llegar para el equipo de Abraham García en la segunda parte. Agus Alonso se retiraba apenas reiniciado el partido por unas molestias en la parte posterior del muslo, y el técnico depositaba su confianza en Ivi para fajarse con los centrales del Pontevedra, que iban bien de cabeza, y terriblemente mal con los pies, como se pudo comprobar en los compases finales del partido.
LA TENSIÓN, A BALÓN PARADO
Además, varias faltas evitables dieron la oportunidad al rival para aprovechar el viento a favor y colgar balones que, si bien no fueron rematados en ninguna ocasión por los jugadores visitantes, sí volcaron el partido hacia el marco de Pablo, y obligaron a la Segoviana a retrasar sus líneas. Pero la concentración defensiva local se mantuvo bien alta durante todo el partido, y aunque Borja Plaza se vio superado por David Añón, porque el Pontevedra volcó su ataque sobre el flanco derecho azulgrana, finalmente las ocasiones visitantes siempre encontraban las piernas de un defensor gimnástico, porque las ayudas fueron constantes.
Un centro chut desde la banda que encontró la respuesta de Pablo, y una falta muy escorada a la que el portero de la Segoviana dio cumplida respuesta, fueron las dos únicas ocasiones más o menos claras del Pontevedra, que quemó sus naves a diez minutos del final, cuando el técnico retiró al central David Goldar para dar paso a otro delantero. Era el momento que la Segoviana necesitaba para ‘matar’ a la contra, y en la enésima duda de un defensor pontevedrés en la salida del balón, Fernán e Ivi conectaron para que el gallego se plantara solo ante Edu, al que batió de una vaselina espectacular.
El 2-0 terminó con el suspense del partido, porque el Pontevedra acusó tanto el golpe, que acabó llevándose otro. Un nuevo contragolpe local terminó con Ivi lanzando desde dentro del área, Edu rechazando como pudo, y Fernán culminando su gran tarde con el segundo gol de su cuenta particular. Así se gestó la victoria de la Segoviana, que ahora tiene el play out a un punto, y la permanencia, a dos. El equipo, que acumula tres partidos sin recibir un gol, sigue caminando sobre el alambre, y ahora la meta parece un poco más cerca, aunque todavía quede trabajo por hacer… y no se pueda fallar.
Abraham garcía: «Mi ilusión era llegar vivos hasta el final. Era un día importante y la afición no nos dejó solos. Esto no tiene ningún valor, si la próxima semana no ganamos»
