El jugador brasileño Kaká, del Real Madrid, estará entre tres y cuatro meses fuera de los campos tras ser operado ayer en Amberes por el cirujano belga Marc Martens de una lesión del menisco de la rodilla izquierda, según confirmó el club en un comunicado.
La artroscopia, efectuada en el Hospital AZ Monica, en el campus de Eeuwfeest, confirmó los pronósticos en relación al problema físico, si bien la afectación del cartílago resultó mínima.
Kaká abandonó en la noche del miércoles (hora española) la concentración del combinado blanco en Los Ángeles, acompañado por el doctor Carlos Díez y con destino a Amberes. La lesión le fue detectada en unas pruebas radiológicas, y se optó por actuar con rapidez para que la situación no se agravara más.
El entrenador José Mourinho, de este modo, se queda sin el centrocampista ‘carioca’ para lo que falta de pretemporada y para el inicio de la campaña. El portugués considera que puede asumir la baja del sudamericano, pero el golpe ha sido fuerte para el afectado. Kaká deseaba desquitarse de un mal primer curso en el estadio Santiago Bernabéu, y ahora se verá obligado a esperar.
Salvo que se haya averiguado por sorpresa, el problema del internacional se ha llevado con un enorme secretismo. No hubo parte médico alguno al respecto hasta las últimas horas del lunes, y se generó confusión.
De hecho, hasta ahora todo el mundo ajeno al club pensaba que el brasileño no se estaba ejercitando con el grupo debido a la pubalgia que le afectó a lo largo del anterior ejercicio. Sin embargo, según los doctores evoluciona muy favorablemente de esta dolencia.
Dentro del aspecto negativo de la noticia, Kaká al menos no necesitará volver a ser operado para poner a punto su rodilla izquierda.
Una de las mayores esperanzas de la hinchada ‘merengue’ para llevarse títulos en la temporada que arrancará este mes se basaba en una hipotética recuperación de la mejor versión del ‘carioca’. Tocará aguardar hasta noviembre.
