Javi Guerra puso el cronómetro a pasear en la exigente Media Maratón de Praga, y frente a una legión de atletas kenianos que invitaba al ‘suicidio’ deportivo si se les seguía el ritmo, optó por hacer la carrera que mejor le convenía, consiguiendo terminar en la decimotercera posición, con un tiempo de 1:03:06, marcando un promedio de poco menos de tres minutos el kilómetro.
Con el campeonato de Europa de Maratón en la mente, el test de Praga le servía al segoviano para retomar las sensaciones de la competición después de la maratón de Sevilla, en la que el esfuerzo fue grande. Así, desde el primer momento la apuesta del segoviano pasó por no cebarse con el ritmo que impusieron los keniatas prácticamente desde el primer kilómetro, con hasta una decena de ellos destacándose junto a otros atletas en la cabeza de la carrera.
UN DÚO PARA RECOGER CADÁVERES
Javi hizo dúo con el italiano Stefano de la Rosa, y su ritmo constante acabó por ser el bueno, puesto que poco a poco varios de los corredores que habían realizado un gran esfuerzo en la persecución de los kenianos terminaron pagando ese fuerte ritmo inicial, y paulatinamente fueron cediendo segundos, y con ellos posiciones, ante la pareja italo/española, que comenzó a romperse en los kilómetros finales, cuando De la Rosa se destacó unos metros, y Javi optó por seguir a su ritmo constante, hasta entrar en la línea de meta cuatro minutos por detrás del vencedor, Benard Kimeli, siendo el tercer europeo tras De la Rosa, y otro atleta trasalpino, Faniel Eyob. Objetivo cumplido.
