El marco, por el día en que se jugó el partido -Domingo de Resurrección-, tenía en su horizonte una corazonada para la Segoviana que todos estaban esperando, pero que hasta para los más creyentes se veía en la lejanía. Sin embargo, la fecha no fue más que una mera coincidencia, pues la Gimnástica nunca estuvo K.O. en la Segunda División B. Atravesó un bache -el más duro de la temporada-, pero logró coger impulso gracias a un hombre que, en este caso, resurgió -no resucitó-. Dani Calleja, tan criticado en las últimas semanas hasta llegar incluso a estar crucificado por un sector, dio alas al equipo azulgrana para encarar las últimas seis jornadas de liga al provocar y transformar un decisivo penalti frente al Deportivo Fabril en los últimos doce minutos que jugó.
Este 1-0, contra uno de los candidatos al ascenso a Segunda, vuelve a empujar a la plantilla de Abraham García, que ahora se encuentra a dos puntos de salir del sótano de la clasificación. Lo que son las cosas. Detalles. Pequeñas variaciones del tiempo y del lugar que hacen que las esperanzas se pierdan y al día siguiente recobren sentido. Por ello y consciente del trabajo desempeñado cada semana, el vestuario gimnástico nunca dejó de creer. Esta vez no consiguió los tres puntos más radiantes de la campaña, pero sí fueron los más importantes. Ahora más que nunca, es momento de sacar los resultados; y, aunque no brilló su juego, nunca estuvo por debajo del conjunto coruñés, que pese a llegar con una formación de garante apenas llegó a incomodar a los locales entre los tres palos.
García volvió a rotar bajos palos al introducir en esta ocasión a Facundo. Escudaron el marco la habitual dupla de centrales, Anel y Javi Marcos, y en los laterales salieron Borja Plaza y Asier. Manu y Leira llevaron el peso en el centro del campo y Fernán ejerció la labor de enganche con el tridente de ataque, definido por Dani Arribas y Kike y la referencia de Agus Alonso. En el bando contrario, Munúa se presentó con el guardameta Francis, que firmó un gran encuentro, y una imponente defensa de cuatro compuesta por los rápidos centrales Raúl González y Gainza y en los costados Blas y Caballo. En la medular, las coberturas y las alternativas, tanto en tareas de deconstrucción como en la iniciación del juego, cayeron en la responsabilidad de Carlos López, ayudado por Edu Expósito, y en la mediapunta estuvo Romay. Los hombres de arriba fueron Borja Galán, Óscar Pinchi y el nueve Jardel.
La conformación de la Gimnástica quiso tomar el peso del duelo, aunque un tanto falto de confianza tras los últimos partidos. Por la banda izquierda comenzó a verter peligro la estructura local y, consumidos los diez primeros minutos, Kike gozó de una oportunidad que sirvió para recuperar sensaciones y que el equipo se encomendara a sus posibilidades. De forma continuada, Leira dispuso de otra ocasión, de calco similar, aunque Francis atajó solventemente.
Fue a la contra cuando el plantel visitante planteó mayores problemas a la zaga segoviana en acciones de vertiginosa velocidad. De esta manera, Galán se cobró lo más destacado en el primer cuarto de hora del partido, pese a enviar un disparo lejos del marco local que achacó al estado del campo.
Sin canalizar con comodidad el esférico, el Deportivo confió sus bazas en la fortaleza de su defensa y en que sus hombres de ataque dieran rédito a sus contadas ocasiones. A esto se sumó las intervenciones de su cancerbero. Francis llegó a atajar dos misiles, primero de la rúbrica de Alonso y seguidamente de Arribas, en la misma jugada.
Esta doble oportunidad volvió a meter en el meollo a los locales. Los movimientos del nueve de la Gimnástica pusieron entre las cuerdas a la pareja gallega y se mostró constante como vértice principal del planteamiento azulgrana.
Ya en el segundo tiempo, ambos técnicos presentaron sus once sin novedades, pero el Fabril volvió con más ahínco. Un tanto aletargado saltó la Segoviana y, gracias al impulso y las ganas de Alonso, se mantuvo en la lucha. Sin embargo, los segovianos tuvieron que pelear frente a los elementos al quedarse con diez jugadores, después de que Leira viera la segunda cartulina amarilla. Ante esta situación, Munúa fue a por todas y metió a Uxío por Pinchi para ocupar el ariete y caer así Jardel a la derecha.
El entrenador local, por su parte, introdujo a Domingo por Arribas para sujetar el esquema. Pese a jugar con superioridad, los hombres de arriba del Deportivo apenas bajaron, lo que le permitió a Fernán, en un despliegue físico, moverse con mayor libertad entre espacios y para buscar a un solitario Alonso en ataque. El técnico visitante pidió más a sus jugadores y tuvo que tirar del resto de artillería para tratar de llevar peligro al área de Facundo. De esta manera, entraron Luis Fernández y Bicho.
ABRAHAM GARCÍA: «Muy poca gente creía que íbamos a ganar el partido y cuando nos quedamos con diez jugadores mucha menos»
Quedaban poco más de diez minutos y García sacó a Dani Calleja para ser el detonante del resultado final. Primero Galán dispuso de una ocasión en el área local, en la que al caer el propio jugador, el Fabril pidió penalti. El esférico continúo en juego y llegó al dominio de Calleja. El 17 de la Segoviana enfiló hacia el perímetro de Francis y tras quebrar a Blas fue derribado. El colegiado señaló la pena máxima y fue el propio jugador delantero el que se erigió como lanzador. El guardameta visitante a punto estuvo de detener el disparo de Calleja, pero la alegría se desató en La Albuera con el 1-0 y los motivos para creer, que algunos habían perdido, volvieron al unísono del «sí se puede». Tuvo una última oportunidad el plantel coruñés ante la indecisión de Facundo; pero los minutos finales se consumieron entre el cambio de Quino y la ausencia de balones.
