Hoy comienza la Copa de España, el evento más trascendente del fútbol sala nacional, por la calidad de los equipos que aúna y por la concentración de partidos que se dan en apenas cuatro días. Seguidores de hasta 28 países se darán cita en un escenario inédito en un acontecimiento de estas características, el WiZink Center de Madrid. Este enclave ya acogió un compromiso de esta disciplina deportiva en 1985, con la segunda final de un campeonato mundial de FIFUSA, que enfrentó a España y a Brasil y que reunió a 10.000 espectadores. Han tenido que pasar casi 33 años para que el fútbol sala volviera a un marco por el que pasan los artistas más reconocidos a nivel internacional.
“Es algo que siempre sueñas. Es la fiesta de nuestro deporte. Es como jugar la final de la Champions League en Wembley”, son las palabras de Álvaro Barrera ‘Buitre’, uno de los capitanes del Naturpellet segovia, que tendrá que conformarse con ver desde la grada el torneo que acoge la Comunidad de Madrid después de arañar su clasificación. El pívot aprovecha la semana de parón para repasar la evolución de la plantilla desde que se consumara su ascenso a Primera División hace casi un año —el 8 de abril—.
“El objetivo que tenía este club era poner a Segovia en la élite. Luego una vez que lo conseguimos, la meta más realista para la primera temporada entre los mejores es la de la permanencia. Sin embargo, al término de la primera vuelta mantuvimos vivas las opciones de colarnos en la Copa hasta la última jornada”, recuerda el jugador madrileño.
El conjunto que dirige Diego Gacimartín se permitió soñar con la competición copera, una vez que tomó el pulso a la categoría mientras mantuvo un plantel equilibrado. Con las bajas de Rodrigo López, Borja Blanco y la inesperada, a última hora, de Álvaro de Luis ‘Alvarito’ y la única incorporación del cierre brasileño Marcus Vinicius ‘Gava’, el Naturpellet tuvo que recomponerse. A estas ausencias, se sumaron varias lesiones que trastocaron los planes y las convocatorias del técnico segoviano, lo que se vio traducido en algo más de tres meses sin conocer la victoria.
En ese intervalo de tiempo hubo importantes empates contra equipos como el Plásticos Romero Cartagena, el O Parrulo Ferrol, el Peñíscola RehabMedic y el Santiago Futsal o la derrota por la mínima ante el Barcelona. “Estábamos sacando puntos, pero teníamos que sumar de tres; y por fin llegó el triunfo el pasado sábado frente a Gran Canaria”, comenta Buitre; y apunta: “Esta victoria nos permite distanciarnos del descenso y nos da soltura para disputar los partidos que nos quedan. El hecho de tener menor presión por conseguir algo hace que juguemos mejor y con mayor comodidad”.
Diez son los puntos que separan al cuadro blanquirrojo del sótano de la clasificación. Esta distancia permite que encare de forma holgada el tramo final del campeonato liguero para certificar su objetivo. Sin embargo, el dorsal 17 se muestra cauto y reconoce: “Hemos dado un paso importante, pero todavía no hemos conseguido la permanencia. Mientras matemáticamente no esté cerrada, puede pasar de todo. Si alguno de los equipos que ahora están abajo ganan tres encuentros seguidos, la pelea vuelve a estar reñida”.
Doce goles más un año
En lo que al rendimiento individual se refiere, Buitre lleva doce dianas en su primera campaña en Primera con el Naturpellet, a pesar de jugar varios enfrentamientos arrastrando molestias de su tobillo con un esguince de grado dos. El propio pívot valora su proyección: “He tenido momentos en los que físicamente me he encontrado muy bien, aunque he forzado en algunos encuentros y luego el tobillo me ha pasado factura. Por otro lado no he estado tan acertado como otros años, quizás por ser una categoría superior, pero me estoy sintiendo fuerte”. En cuanto a su futuro, subraya: “Tengo dos años de contrato y, ahora mismo, solo me veo en Segovia”.
