Mikel Landa (Movistar Team) se impuso en la cuarta etapa de la Tirreno-Adriático entre Foligno y Sassotetto sobre 219 kilómetros, en la que el vasco superó al polaco Rafal Majka (Bora) y al neozelandés George Bennett (Lotto-Jumbo) en los metros finales y en la que el italiano Damiano Caruso (BMC) se vistió de líder tras la avería del británico Geraint Thomas (Sky) y el mal día de su compañero Chris Froome.
El alavés supo aprovechar el ataque del colombiano Miguel Ángel López (Astana), que trató de endurecer la carrera con el trabajo de su equipo y consumó su ataque a falta de cinco kilómetros, llevándose consigo al italiano Fabio Aru (UAE Emirates) y a Majka. El ritmo de los gregarios del ‘cafetero’ cambió los planes de un Sky que trató de proteger su liderato y la tercera posición de Froome.
Desde el pelotón perseguidor, Landa retomó su idilio con el asfalto italiano para sumar su primer triunfo en las filas de Movistar. Sus buenas piernas le permitieron llegar a la cabeza, en la que acabó quedando rezagado López.
Después, el español supo mantener la calma ante la aparición de Bennett para superar cómodamente al sprint a Majka y al neozelandés, mientras Thomas luchaba por recortar diferencias tras una avería en el tramo final y Froome sufría descolgado tras no poder seguir el ritmo de los más fuertes en la subida final.
Por el buen camino
“El equipo ha estado fenomenal y hemos demostrado que tenemos un bloque muy fuerte. Cuando quedaban menos de cuatro kilómetros he decidido tirar hacia adelante porque si salía mal siempre teníamos a Rosón detrás y me ha salido perfecto. Esta victoria me confirma que voy por el buen camino”, analizó Landa tras la etapa.
El mayor beneficiado del mal día en el Sky fue un Damiano Caruso que aguantó en el grupo perseguidor para acabar portando la ‘maglia azzurra’ de líder, en una jornada en la que uno de los corredores destacados, Tom Dumolin (Sunweb), tuvo que abandonar la carrera.
