Darío Ajo ha vuelto a jugar con el Viveros Herol Nava, pero sólo de manera temporal, hasta que los numerosos lesionados que tiene el conjunto de Dani Gordo comiencen a recuperarse. Así lo confirmó el propio pivote navero, al que una serie de circunstancias vinieron a favorecer su reaparición vistiendo la camiseta del equipo de su casa.
“Dejé el equipo porque me resultaba imposible compaginarlo con el Master que estoy realizando, y que me llevaba a vivir lejos de Nava. Sin embargo, ahora estoy realizando las prácticas en el castillo de Coca, por lo que estoy viviendo de nuevo en Nava de la Asunción”, señala Darío, que es contundente cuando responde a la cuestión de cuánto tiempo tardó en aceptar la oferta del club para volver a las canchas: “¡Cómo no voy a echar una mano a mi equipo. No sé si ayudaré mucho, o poco, pero que podrán contar conmigo, eso está claro”.
De momento, en el primer encuentro que jugó con el Balonmano Nava ante el Lanzarote, estuvo bastante más tiempo sobre la cancha de lo que él mismo hubiera supuesto, “sobre todo después de haber podido entrenar tan solo un par de días, y no con todos los compañeros. Pero Álvaro estaba peor de lo que parecía, Andrés aún no está recuperado del todo, y había que estar ahí”, colaborando tanto en defensa como en ataque.
UN MANOJO DE NERVIOS
El navero desvela que el encuentro del pasado sábado fue en el que más nervioso estuvo de los que recuerda, “porque creo que nunca me había sentido con tantos nervios como en este encuentro. Jugar en casa, delante de tu gente después de estos meses sin hacerlo, y además formando parte de un equipo ya rodado, compuesto por jugadores a los que apenas conoces, porque ni siquiera estaba Carlos (Villagrán) que es con el que más he jugado… pues se hace un poco raro. Por eso creo que estuve mejor en defensa que en ataque, porque se me fueron un par de bolas por falta de entendimiento con mis compañeros, y también por la lógica falta de ritmo de partidos, mientras que en defensa estuve más atento”, sobre todo en la marca al pivote Javier García, una auténtica ‘montaña’ que el segoviano ya conocía “porque viene de la cantera de León. Dani Gordo ya nos advirtió sobre él, y fue una de las claves del encuentro”.
LA LIGA MÁS IGUALADA
El empate a 26 goles que reflejó el marcador al finalizar el partido ante el equipo canario puso una nota agridulce al ‘redebut’ del pivote navero, que sin embargo no considera que el resultado fuera del todo negativo “porque si vemos el cómputo global del partido, no estuvimos demasiado lejos de perderlo”. Además, el punto sumado le sirve al Viveros Herol a aumentar la diferencia con respecto a sus directos rivales en la pelea por el play off de ascenso “en una liga extraordinariamente competitiva como es la División de Honor Plata, que esta temporada aún está más igualada, porque no hay un Atlético Valladolid o un Bidasoa que domine de manera total la clasificación”.
“En cuanto se restablezcan los compañeros que están lesionados, y espero que sea lo antes posible, yo volveré a la grada”
Darío Ajo no se plantea quedarse en el Viveros Herol hasta el final de la temporada “sino solamente hasta que se recuperen los jugadores lesionados. Éste será un retorno muy corto, y en cuanto los compañeros se restablezcan, yo volveré a la grada”. En principio, el ‘fichaje’ del Viveros Herol Nava seguirá ayudando al equipo cuatro o cinco partidos más, “y cuanto menos tiempo esté en la cancha, mejor señal será, porque la plantilla ya está hecha, y hay que contar con los que iniciaron el trabajo desde el principio de la temporada”.
