En el ‘Día Mundial de los Humedales’ —2 de febrero—, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) eligió Cantalejo para conmemorar esta jornada debido a que sus lagunas representan a la perfección la evolución histórica de los humedales en España, siendo hoy un objetivo de todas las administraciones públicas su recuperación.
El director general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del MAPAMA, Javier Cachón, reconoció que, hasta los años 80 del siglo XX, los humedales españoles sufrieron “una persecución”, al ser considerados “zonas insalubres”, llegando incluso a hablarse de ellos como “focos de paludismo”. Aunque la percepción de los humedales ha variado de forma radical en las últimas décadas, lo cierto es que hoy “están en peligro”, tal y como lo apuntó ayer el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presentando un dramático dato, el de que desde 1900 hasta hoy han desaparecido el 64% de los que había en el mundo. En tal situación, Suárez-Quiñones se felicitó de actuaciones como la que distintas administraciones públicas están llevando a cabo en Cantalejo, capaces de revivir su singular complejo lagunar.
Ante el público presente en el Ayuntamiento de Cantalejo, Santos Cirujano, del Real Jardín Botánico de Madrid, explicó grosso modo las últimas actuaciones llevadas a cabo. Así, aseguró que en el origen de la recuperación de estas lagunas se encuentra la idea de facilitar la llegada a ellas del agua que sale de la depuradora de Cantalejo, ya limpia. Ese agua realiza un recorrido de unos tres kilómetros, por el arroyo Carralagunas, que ejerce de depuración complementaria, de forma que cuando acaba en las lagunas tiene mayor calidad que al abandonar la depuradora.
Solucionada la alimentación hidrológica de las lagunas de Cantalejo, queda un segundo reto, consistente en limpiar las cubetas. Y ahí es donde se está ahora. Se han extraído sedimentos contaminados, se ha eliminado vegetación y se han limpiado las orillas de algunas lagunas. Quizá la actuación más llamativa ha tenido lugar en la laguna Garroberos, desaparecida desde hacía años, donde gracias a las indicaciones de Paulino Lobo, el último tenquero de Cantalejo, se ha excavado en un punto concreto hasta lograr que aflorara el agua de un manantial allí existente, lo que ha permitido resucitar el humedal.
En cualquier caso, la restauración de las lagunas es una empresa todavía con largo recorrido. A la primera fase, financiada por el MAPAMA, continuará este año otra, gracias a la ayuda de la Fundación La Caixa y la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León —perteneciente a la Junta—. Quedaría todavía una tercera fase, para la que ahora se está buscando subvenciones. La meta final, marcada por Cirujano, no es otra que conseguir la recuperación de las 22 lagunas de Cantalejo.
El alcalde de la ciudad, Máximo San Macario, quiso ayer aprovechar la presencia de autoridades de todas las administraciones públicas para defender que el proyecto ahora en curso “no puede quedar aquí”, de forma que no concluya hasta lograr la recuperación integral del complejo lagunar, siguiendo así la misma línea que la defendida por Cirujano.
Sin querer entrar en vericuetos, el consejero de Fomento y Medio Ambiente sí apuntó que la colaboración entre administraciones es “esencial”, y dado que “todos estamos de acuerdo en mejorar los humedales” se abre un camino ilusionante. No quiso olvidar Suárez-Quiñones, en clave regional, que la Junta tiene un catálogo de 297 humedales en toda Castilla y León, donde se incluyen las 17 lagunas de Cantalejo —el número de las actualmente existentes—. “Hoy (por ayer) es un día estupendo para concienciar de la necesidad de defender este ecosistema”, acabó el consejero. Por su parte, Cachón apuntó que, a nivel nacional, el estado de salud de las lagunas es “bueno”, aunque “no debemos bajar la guardia”.
“Las lagunas tienen un lenguaje, pero hay que entenderlo. Hoy están contentas, y me piden que todos aplaudamos a quien ha hecho posible su recuperación”, concluyó Cirujano. Hubo ovación.
