La tenista danesa Caroline Wozniacki conquistó el primer ‘Grand Slam’ de su carrera tras imponerse ayer (7-6(2), 3-6, 6-4) a la rumana Simona Halep en una final muy igualada en el Abierto de Australia, que le sirve para regresar al número uno mundial seis años después. Se acabó la ‘maldición’ del ‘grande’ para Caroline Wozniacki; la brillante carrera de la danesa —novena jugadora de la historia con más semanas en el número uno— siempre se había visto cuestionada por la ausencia de un ‘Grand Slam’ en su palmarés. La historia cambió ayer, en una memorable batalla de dos horas y 49 minutos, la más larga en Australia y la tercera en todos los ‘Grand Slams’.
Las dos mejores jugadoras del momento saltaban a la Rod Laver para disputar una final con alto componente emocional. Dominadoras del circuito en los últimos años, ambas tenistas estaban ante una nueva oportunidad de conquistar el ‘Grand Slam’ que tantas veces se les había escapado. La danesa acusó menos los nervios de jugar una final, y se adelantó 3-0 en el primer set. Halep supo reaccionar y levantó un 5-2 adverso para llevar la primera manga al ‘tie-break’. Allí Wozniacki fue más agresiva para dar el primer zarpazo en la final.
El tenis de altos vuelos fue la constante durante todo el partido, incluido el segundo parcial, en el que un único ‘break’ fue suficiente para que la primera cabeza de serie igualase el marcador, fiando todo al tercer y decisivo set.
En el último parcial, ambas jugadoras bajaron el nivel con su saque, y las rupturas de servicio fueron sucediéndose unas a otras. Halep, lesionada del tobillo durante todo el torneo, no pudo más y terminó cediendo en su último servicio para que Wozniacki levantase el primer ‘grande’ de su carrera.
Gracias a este título, Caroline Wozniacki regresa al trono de la WTA por primera vez desde 2012, mientras que Simona Halep tendrá que esperar a su cuarta final de ‘Grand Slam’ para intentar inaugurar su palmarés en este apartado.
La tenista danesa Caroline Wozniacki confesó haber “cumplido un sueño” con su victoria en el Abierto de Australia, el primer ‘Grand Slam’ de su carrera, tras derrotar a Simona Halep (7-6(2), 3-6, 6-4) en una final muy dura “física y emocionalmente”.
Emocional
“Ha sido muy duro emocionalmente. Fue un partido durísimo. Hacía mucho calor, y creo que ambas estábamos muy cansadas al final. Dimos todo lo que teníamos. Estoy muy contenta por poder estar aquí con el título”, explicó la danesa en la rueda de prensa posterior a la final.
Para Wozniacki, el título en Melbourne Park es una recompensa al duro trabajo realizado en el último año. “Creo que durante el último año o año y medio he demostrado que puedo ganar a cualquiera. Cuando llegas a la final estás nerviosa, pero una vez que salté a pista y calenté sabía que tenía todo lo necesario para ganar”, subrayó.
Precisamente los nervios respetaron a la campeona en el decisivo tercer set. “No estaba muy nerviosa en ese momento. Solo pensaba en darlo todo y luchar. Estaba jugando muy agresiva, creo que bien. Podría haberse decantado por cualquier lado, pero estoy contenta de que cayese del mío”, reconoció.
La victoria sobre el cemento de la ‘Rod Laver’ venía con premio extra, y es que desde el próximo lunes, Caroline Wozniacki regresará al número uno mundial. “Es algo muy especial. Estoy muy contenta. He cumplido un sueño”, sentenció. A pesar de su gran palmarés, la falta de un ‘grande’ en sus vitrinas siempre había lastrado la carrera de la danesa. “Sinceramente, que me dejen de preguntar cuándo voy a ganar un ‘Grand Slam’ es una de las mejores cosas de haber ganado hoy”, bromeó. “Ahora estoy esperando a que me pregunten cuándo ganaré el segundo”, añadió ante los medios de comunicación la tenista.
