El temporal arrecia pero a expensas de la meteorología, caprichosa estos días, y poniéndoselo difícil a los vecinos de Cuéllar. Todos, precavidos, evitan salir a las calles y utilizar sus vehículos, pero en muchos casos es necesario para acudir a sus puestos de trabajo. Los más indignados, como así han manifestado, son los del barrio de San Gil. Con diferencia, sus calles se han visto mucho más afectadas por el temporal que las de los barrios del sur; las temperaturas son más bajas y la cantidad de nieve acumulada en sus vías es muy superior, como se observaba ayer a simple vista.
Algunos de los vecinos usaron las redes sociales para manifestar sus quejas, pues la comparativa entre barrios del norte y del sur dejaba ayer en duda la labor de los servicios municipales, a pesar de que sí se los vio trabajar con ahínco para devolver la normalidad a Cuéllar. Calles cortadas, como la de La Morería o la del Centro Mar de Pinares de Feaps, dejaban claro que las pendientes cuellaranas no son aptas para vehículos ni petaones en estas jornadas. Pero los vecinos de San Gil lo han tenido muy complicado. Sus calles están completamente heladas, y los montones de nieve retirados al lado de las calles son producto del trabajo realizado, en muchos casos, por ellos mismos, con palas, cepillos y picas que utilizaron desde el domingo para mitigar el resultado de la nevada y la helada que llegó por la noche. Rosa González, vecina de la zona más alta de San Gil, mostraba su preocupación y su insatisfacción, también en las redes, asegurando que a pesar de que se hayan puesto medios, no han sido suficientes, algo que, manifestó, “es habitual en este barrio”. Sí que comprobó la presencia de operarios municipales esparciendo sal por las calles, pero “no es algo que se solucione con dos o tres puñados”. Asimismo, ella y otros vecinos vieron la maquinaria municipal con la misma tarea, pero insistió en que sin más maquinaria que retire la nieve y hielo que se va deshaciendo, vuelve a helar y se vuelve a acumular. Testimonios de más vecinos aseguran que otra nevada de este calibre se dio hace años y fueron los propios vecinos los que, con sus tractores, obraron de modo que fueron dejando las calles más limpias. En la de antes de ayer, ellos también han actuado con los medios accesibles, limpiando sus calles, aceras y otras zonas, en la medida de sus posibilidades. “Cada uno limpiamos nuestro trozo, pero no es suficiente”, señaló González ayer. La zona de San Gil es de las más afectadas de la villa ya que la altitud juega una mala pasada en cuanto a las precipitaciones. Rosa explicó que esta situación es con la nieve pero también con otros servicios; “Estamos muy hartos de que se olviden de nosotros”, comentaba, solidarizándose también con los de Las Lomas, por ejemplo.
A TRAVÉS DE LAS REDES En las redes sociales, la participación y los comentarios sobre la situación son parte a tener en cuenta. Continúan las quejas, pero tambien los desacuerdos; son muchos los que aseguran que se está realizando una buena labor, y los que que, también como Rosa, buscan soluciones más que culpables, porque lo que todos quieren lograr es devolver la normalidad a su barrio y a toda la villa para continuar con su rutina.
Sin embargo, indican que para que todo vuelva a dicha normalidad es necesario, además de buena voluntad, maquinaria y grandes cantidades de sal. Varios vecinos ya sacaron sus tractores para eliminar los montones de hielo y dejar la aceras y vías limpias, que con más colaboración vecinal, sal y sus propias palas, consiguieron que ayer a media mañana ya se pudiera transitar por el barrio más fácilmente.
La situación fue mejorando a medida que avanzó el día y gracias a las leves lluvias, aunque ciertas zonas sombrías tardarán en ver desaparecer el persistente hielo que se ha convertido en un peligro para todos los vecinos, en especial para los más mayores de toda la localidad.
