El portavoz municipal del PP, Jesús Postigo, lamentó ayer la «falta de transparencia» y «obstruccionismo» del alcalde, Pedro Arahuetes, y su equipo de Gobierno hacia el grupo popular. Postigo calificó de «grave y preocupante» que Arahuetes informe a los ciudadanos y medios de comunicación las sentencias favorables al Ayuntamiento y no lo haga en caso contrario. El jefe de la oposición se refirió a la sentencia del Tribunal Supremo que rechazó un recurso del Ayuntamiento y declaró firme un anterior fallo judicial de la Audiencia Provincial, por la que el consistorio tendrá que demoler la marquesina del edificio de la estación de autobuses.
Postigo recalcó que «si no es por EL ADELANTADO no nos enteramos de esta sentencia» que, según resaltó, tiene fecha del 11 de diciembre. «No solo no ha informado a los ciudadanos -dijo- sino ni tan siquiera a la junta de Gobierno local» (a la que asiste Postigo, con voz pero sin voto). Desde que el Tribunal Supremo dictara la sentencia «han pasado dos reuniones y nadie excepto el alcalde parece que la conocía, cuando estamos hablando de cantidades importantes para el Ayuntamiento lo mínimo es informar a los grupos (…) es una muestra más de este ocultismo y de los intentos por impedir la labor de oposición».
Postigo recordó que la sentencia del Supremo es ya firme y que el alto tribunal le impone las costas procesales al consistorio. La cuantía, según el portavoz popular, se fija en la propia realización de la obra de demolición de la marquesina, unos trabajos que pueden suponer el desembolso de unos 429.000 euros a las arcas municipales. En este sentido, el líder municipal del PP expresó la «preocupación» del grupo popular por «el alto coste económico» que se deriva de la ejecución de la sentencia. Asimismo, el portavoz popular recordó que Arahuetes llegó a apuntar en su momento que un recurso de casación contra la sentencia de la Audiencia Provincial tenía pocos visos de prosperar y que, por ello, apostaba por alcanzar un acuerdo con la Comunidad de Propietarios del edificio. «Desde luego no hizo eso sino lo contrario, recurrió la sentencia en lugar de iniciar de forma inmediata un diálogo con los vecinos», dijo Postigo, para quien el alcalde «ha perdido tiempo con recursos en lugar de emplearlo en abrir conversaciones» con la Comunidad de Propietarios.
Según Postigo, la sentencia deja poco recorrido al Ayuntamiento que «tiene que llegar a un acuerdo con la propiedad, no hay vuelta de hoja, para ver cómo se puede ejecutar la sentencia».
En este sentido, el portavoz popular indicó que «lo lógico» es que puede alcanzarse ese acuerdo, pese a que «durante un año y medio por parte del Ayuntamiento ese diálogo no ha existido». «Por mucho que predicara el diálogo y admitiera que el recurso era difícil que prosperara, finalmente el alcalde recurrió la sentencia (…) invito a todos a llegar a un acuerdo en beneficio de todos los ciudadanos y de una infraestructura vital para la ciudad». En este punto, Postigo recordó que de la resolución de esta ‘polémica’ de la marquesina está pendiente la propia Junta de Castilla y León, a quien el Ayuntamiento habría solicitado cambiar la declaración de la terminal, que hoy es un simple «apeadero», en lugar de una estación de autobuses. «No sé que va a hacer la Junta a la vista de esta sentencia, desgraciadamente», concluyó Postigo.
Baches en la campa
Los usuarios de la estación municipal de autobuses ya están acostumbrados a su presencia. No son baches, son casi socavones abiertos en el asfalto, en la campa y en el vial de acceso a la terminal de autobuses. Fuentes municipales argumentan el deplorable estado de la calzada al ‘desgaste’ producido por el continuo paso de los autobuses. El asfalto sufre en las maniobras, cuando giran las ruedas delanteras de los vehículos y se arrastran las ruedas traseras. La reparación sigue pendiente.
