Cuando San Jerónimo, fundador de la orden que lleva su nombre tuvo que abandonar Roma junto a su discípula y cofundadora Santa Paula de Roma , eligieron Tierra Santa para continuar su labor, y de los Santos Lugares escogieron Belén, la tierra que vio nacer al Hijo de Dios.
A lo largo de los siglos, la orden jerónima amó esta tierra como fruto del amor que en su día profesaron sus fundadores, y que se tradujo entre otras características en la afición a representar el nacimiento de Jesús a través de las figuras de nacimientos y belenes.
El monasterio de El Parral, último reducto de la Orden jerónima en España tiene también en su adn esta afición al Belén, y su actual prior Fray Andrés ha conservado y creado hasta 33 belenes y nacimientos de estilos muy diferentes que en estos días de Navidad pueden verse en las zonas fuera de la clausura del monasterio.
La colección de belenes de El Parral no sigue una temática artística concreta, pero su visita habla por si sola de la variedad de estilos y representaciones que el arte religioso a lo largo de su historia ha empleado para representar la venida al mundo de Cristo.
Así, la muestra ofrece no sólo belenes , sino figuras del Niño Jesús empleadas para el culto que fueron llegando a manos del prior fruto de obsequios o donaciones.
Entre los belenes que se exponen, figura este año como novedad un hermoso belén de estilo napolitano confeccionado en el propio monasterio, con el fondo de un retablo barroco que resalta la calidad de las figuras, confeccionadas por los propios monjes.
Los interesados en visitar los belenes pueden hacerlo de miércoles a domingo a las 11.00 horas por la mañana y a las 17.00 horas por la tarde.
