De la villa y de muchas partes de la zona, Papá Noel recibió a todos ellos con una gran sonrisa y muchos caramelos. Uno a uno fueron pasando por sus rodillas, como estradición, para contarle cuáles eran sus deseos. Los padres y familiares no perdieron detalle con sus teléfonos móviles para fotografiar el momento. Mientras, las calles se animaron, se llenaron de música y de color, todo ello gracias a Zereia, que realizó un pasacalles por Las Parras hasta lelgar a la Plaza Mayor y reunirse con Papá Noel. A ritmo de batukada, los tambores hicieron bailar a todos los niños, a los payasos que movieron sus cariocas y a los zancudos, que sorpredieron al público con sprays de nieve artificial. Diversión y mucho espíritu navideño caracterizaron la tarde previa a la Navidad, cuando los vecinos han vuelto a su villa para disfrutar de estos entrañables días con amigos y familia. Durante estas dos semanas, las calles y bares vuelven a llenarse, y los reencuentros se suceden. Aún quedan muchas estampas por contemplar esta Navidad en Cuéllar, con su gente, sus niños ilusionados y todas las actividades previstas que giran en torno a las celebraciones típicas. / fotos: chantal núñez
