Nochebuena y buena noche. Segovia celebró las dos primeras fiestas de la Navidad en un ambiente familiar en torno a una buena mesa llena de viandas, en el que la presencia de Papá Noel fue la visita más esperada sobre todo para los más pequeños de la casa.
Aunque en todos los hogares es bien recibido y el viejo Santa Claus recibe un pequeño refrigerio en cada casa para reponerse de su largo viaje desde Laponia y de la dura jornada de trabajo para dejar los regalos, en la capital segoviana los barrios de San Lorenzo y el Cristo del Mercado organizaron un recibimiento especial donde los niños tuvieron la oportunidad de recibir los regalos de sus propias manos.
En San Lorenzo la Asociación de Vecinos se puso al servicio de Papá Noel y convirtió el atrio de la iglesia en el trono desde el que recibió a los peques para darles sus regalos. Con un trineo tirado por perros, Santa Claus llegó al arrabal segoviano y repartió sonrisas, caramelos y confidencias con los chavales, y mientras repartía los regalos, la asociación sirvió un rico chocolate y unas castañas asadas con las que endulzar y calentar la fría noche de Nochebuena.
Los vecinos del Cristo del Mercado tuvieron la suerte de apurar las últimas horas con Papá Noel al que también tributaron un cálido recibimiento a su llegada a la estación de ferrocarril, ya que en esta ocasión eligió el tren para desplazarse. La asociación vecinal ofreció también su apoyo para que pudiera entregar los regalos, en esta ocasión desde su sede.
Por otra parte, la alcaldesa Clara Luquero visitó la Residencia Mixta y los cuarteles de Bomberos y Policía Local para compartir la Nochebuena con ellos.
