Dice Itziar Jiménez, psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), que cuando una persona recibe el alta tras haber superado esa enfermedad “se encuentra bien a nivel clínico, pero eso no significa que lo esté psicológicamente”. Tal experiencia es compartida por el también psicólogo Antolín Yagüe, director del centro ‘Mind System’, quien ayer relató haber escuchado a una paciente libre de tumores la frase “yo ahora el cáncer lo tengo en el pensamiento”.
En aras de dar respuesta a las necesidades psicológicas de aquellas personas que han padecido cáncer, y en especial a las mujeres mastectomizadas, ayer se presentó, en Caja Rural, el programa ‘neuro-SPA’, basado en el autoconocimiento emocional y en la aplicación de técnicas avanzadas de neuro-psico-oncología clínica experimental, diseñado para mujeres mastectomizadas que tienen dificultad psicológica y emocional para afrontar la enfermedad con el espíritu de superación adecuado y cuyo comportamiento se caracteriza por la presencia de pensamientos recurrentes sobre el cáncer, miedo, ansiedad, estrés, tristeza, depresión, bajo rendimiento diurno y alterado descanso nocturno.
Con la financiación de la Fundación Caja Rural y el apoyo de la AECC, a partir de enero un grupo —en principio, de unas 20 mujeres mastectomizadas—, participarán en el programa ‘neuro-SPA’, dirigido por Yagüe. AECC se
encargará de la selección de las participantes.
David Manzano, psicólogo de la AECC, se felicitó ayer de esta iniciativa, defendiendo que tal programa se puede aplicar “a todo enfermo oncológico”, pues es habitual sufrir un impacto traumático. Manzano subrayó la necesidad de trabajar para que los pacientes no se sientan indefensos ante la enfermedad, dado que la indefensión es el paso previo a la desesperación. “Debemos dar esperanza a nivel emocional; así mejoramos la calidad de vida de los pacientes”, prosiguió el psicólogo, quien para acabar dejó un mensaje: “Los pacientes oncológicos tienen futuro”.
