La lucha contra el fraude comienza a dar sus frutos. Sólo durante el pasado año en Castilla y León afloraron casi 5.000 empleos (4.949) sumergidos gracias al trabajo de la Inspección de Trabajo, cifra que supone un 14,3 por ciento más que el año anterior (4.329). Detrás de este incremento, que a nivel nacional fue del 9,75 por ciento (77.688 empleos) hay que situar el plan de lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social, aprobado por el Consejo de Ministros en abril de 2012.
Igualmente, esta iniciativa también es la principal causa del incremento de las sanciones impuestas a lo largo año por la Inspección de Trabajo, que superaron los 14,2 millones de euros, un 18,3 por ciento más que en 2011, cuando la cifra apenas superó los 12 millones. El grueso de este incremento ha venido motivado por las infracciones detectadas en materia de Seguridad Social, cuyo montante creció un 72,5 por ciento, ya que de 5,3 millones de 2011 se pasó a los 9,1 millones del pasado año.
En el área de seguridad y salud laboral la cuantía de las sanciones cayeron un 39,4 por ciento, hasta los 2,3 millones, mientras que en relaciones laborales descendieron un 20,7 por ciento, quedando en los 996.449 euros. Por su parte, en empleo y extranjería se registró un incremento del 10,69 por ciento, hasta los 1,7 millones de euros.
Este incremento del importe total de las sanciones contrasta con una caída del 6,25 por ciento en el número de infracciones denunciadas, que pasaron de las 5.791 de 2011 a las 5.429 del pasado ejercicio, así como en el de trabajadores afectados, que se redujo de 24.371 a 22.054 (-9,5 por ciento). Este comportamiento ha sido similar al registrado en el conjunto nacional, donde el número de infracciones denunciadas se redujo un 1,6 por ciento, de 90.096 a 88.597, mientras que el importe total de las sanciones creció un 17 por ciento, al pasar de 256,4 a más 300 millones.
León fue la provincia donde más empleo sumergido afloró con 1.010 altas promovidas por la Inspección, un 11,2 por ciento más que en 2011. Le siguen Valladolid con 977 (5,05 por ciento) y Burgos con 855 (24,4 por ciento).
En el lado opuesto se sitúa Palencia, que fue la única provincia en la que se registró un retroceso, al pasar de 362 altas a 341 (-5,8 por ciento). Porcentualmente, el mayor crecimiento se experimentó en Soria, un 35,71 por ciento, y de las 126 altas de 2011 se pasó a las 171, por delante de Salamanca, con un 31,6 por ciento (de 385 a 507). En Ávila afloraron 277 empleos (13,6 por ciento), en Segovia 426 (12,4 por ciento) y en Zamora 385 (25,4 por ciento).
Además, en 2012 el número de contratos que la Inspección de Trabajo obligó a transformar en indefinidos fueron 1.879, menos de la mitad que en 2011, cuando se alcanzaron los 4.066. Valladolid figura a la cabeza con 298, un 24,1 por ciento menos que en 2011, por delante de León con 286 (-42,9 por ciento). La mayor caída se produjo en Segovia, con un -91,3 por ciento, ya que pasó de 2.084 transformaciones a 181, mientras el mayor crecimiento lo experimento Ávila con un 59,1 por ciento, hasta alcanzar las 218, por delante de Soria con 117 (53,9). También en Salamanca se registró un repunte, aunque en este caso se pasó de 297 a 319 (+7,4 por ciento). En Burgos se contabilizaron 212 (-28,1 por ciento), en Palencia 119 (-6,3 por ciento) y en Zamora 129 (-17,3 por ciento).
