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El jefe de filas del PP y candidato de la formación a La Moncloa, Mariano Rajoy, erigió ayer el empleo en «verdadero protagonista» de un programa electoral en el que «no hay lugar para el marketing, el artificio o el efectismo», puesto que los populares «no buscan titulares», sino trabajar para que en España «empiece a haber por fin buenas noticias». «No es un puñado de promesas a los ciudadanos, es un listado de tareas para el Gobierno», sentenció el dirigente gallego durante su intervención en el Comité Ejecutivo Nacional, que aprobó en Santiago, su localidad natal, el documento que incluye las 100 medidas que propondrá a los españoles para lograr su apoyo en las urnas el próximo 20 de noviembre. A lo que sí se comprometió -quizás para ir dando confianza a los mercados- es a cumplir con los objetivos del déficit al 3,4 por ciento.
Tras reiterar que su grupo no repetirá los errores de «otros», que hicieron «lo contrario de lo que prometieron», y que ahora «prometen algo diferente a lo que hicieron», en velada alusión a Rubalcaba, el político conservador se comprometió a que, si logra entrar en La Moncloa, dirá «la verdad» a los ciudadanos y no les ocultará la situación «del país», además de «explicar» las decisiones que tenga que acometer, siempre buscando los objetivos de «crear empleo, controlar el gasto y defender el Estado de Bienestar», que es por donde le están atacando desde Ferraz.
hipotecas. Para culminar el saneamiento del sistema financiero, Rajoy propuso una ayuda para dar salida a los activos inmobiliarios que las entidades han ido acumulando con la ejecución de hipotecas impagadas. Para ello, las viviendas se pondrán en el mercado a precios «reales y razonables», y no se descartan créditos temporales intermedios, que se devolverán con cargo a beneficios futuros.
Para financiar la recuperación, Génova buscará mecanismos no bancarios de financiación empresarial, como business angels -altos directivos ya jubilados que asesoran a jóvenes emprendedores-, capital semilla o private equity.
Además, el presidente del PP apostó por «una participación más eficiente del sector privado» en la prestación de servicios públicos, aunque no aclaró su grado de implicación ni a qué sectores afectará. Y es que no se permitió a los periodistas formular preguntas.
Las propuestas también plantean «una nueva política de recursos humanos, moderna, basada en la profesionalidad y en los principios de mérito y capacidad». Esto incluye racionalizar estructuras administrativas y costes, así como la reducción de altos cargos, personal eventual y gastos corrientes.
Otro punto interesante fue el de la operación retorno de españoles que se vieron obligados, por la crisis, a dejar el país. Y no solo por los jóvenes talentos fugados, sino también por los emigrantes jubilados, si ése es su deseo. Esta medida ya se aplica en algunas regiones como Galicia. Rajoy tomará otras medidas autonómicas, como las pensiones asistenciales o el acceso a una vivienda de protección oficial, lo que eliminaría o reduciría las exigencias de empadronamiento en el municipio durante un tiempo determinado.
En materia educativa, el PP pretende modificar la estructura de la ESO para hacerla «más flexible» e introducir «vías formativas» de acuerdo a los intereses y progresos de los alumnos. También quiere aumentar a tres los dos años del Bachillerato, convirtiendo el primero en un curso de iniciación. Además, perseguirá promover el bilingüismo español-inglés en todo el sistema de enseñanza desde el segundo ciclo de Infantil. En FP quiere que los jóvenes accedan a su primer trabajo mientras estudian.
