El pleno del Senado aprobó hoy una moción del Grupo Parlamentario Popular por la que se propone al Gobierno una batería de ocho medidas dirigidas a preservar y promover el consumo responsable y la cultura del vino. La iniciativa, que fue apoyada tras ser transaccionada con el resto de grupos parlamentarios, fue defendida por el portavoz de Medio Ambiente del PP en la Cámara Alta, José Valín.
De esta forma, el Senado insta al Gobierno a considerar al vino como un sector alimentario que forma parte de la cultura, la historia, la tradición, la costumbre, la salud y la sociología popular y al que “hay que preservar y proteger”. También, le pidió que vea a la vid como un cultivo que tiene la responsabilidad ambiental de sostener el territorio, forma parte del paisaje, evita la desertización y contribuye a mantener un mundo rural “vivo y con futuro”.
Por ello, solicitaron que informe y difunda los beneficios y la calidad del vino, mostos, y zumos de uva como alimento dentro de la dieta mediterránea, recomendando el consumo “moderado y responsable” del vino. Además, instó al Gobierno a defender en el seno de la UE y de las futuras reformas de la PAC la especificidad de la vid y del vino tal como se ha venido produciendo en las últimas reformas.
Asimismo, el Senado pidió al Ejecutivo que mantenga el actual sistema fiscal, que refuerce el Plan de promoción y comunicación de los vinos de España junto al Icex y Turespaña y que intensifique el diálogo con los productores, de tal modo que puedan exponer sus opiniones y recomendaciones.
Críticas del PP. El parlamentario de Castilla y León defendió esta iniciativa y, durante su intervención, puso de manifiesto que el sector vitivinícola está atravesando una profunda crisis. Explicó que España arrancó en 2010 unas 31.000 hectáreas de viñedo, casi tantas como en el resto del mundo. Además, sostuvo que el precio del vino exportado continúa bajando y los precios percibidos por el viticultor son “ruinosos”. También indicó que el consumo sigue disminuyendo y apuntó que España tiene grandes dificultades para invertir los fondos europeos que la nueva OCM aporta al país.