“Pues la chica, muy maja pero me he quedado con la duda”, decía una vecina de San José en una tienda del barrio a eso de la una de la tarde. Se había pasado por la oficina municipal que el Ayuntamiento abrió ayer en el Centro Cultural de San José para informar a los afectados por el cambio de denominación de varias calles en esta zona de Segovia en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Su zozobra venía porque aseguraba que en la Comisaría de Policía le habían dicho que no tuviera prisa por renovar el DNI con la nueva dirección de su domicilio mientras la empleada municipal le recomendó que lo hiciera cuanto antes.
Desde la Subdelegación del Gobierno en Segovia recordaban asimismo que todos los cambios, tanto de domicilio como de filiación, deben comunicarse de inmediato para expedir un nuevo documento con la información en regla. En el caso del cambio de denominación de la vía debe interpretarse como tal y se trata de un trámite gratuito siempre y cuando no se haya traspasado la fecha de validez del documento que posea en el momento de la solicitud.
En todo caso, el Ayuntamiento de Segovia ha comunicado a la Comisaría de Policía, como a otros organismos públicos, las variaciones producidas en la denominación de vías y plazas.
Lo cierto es que, pese a las reuniones mantenidas entre responsables municipales y vecinos de San José en torno a este asunto, todavía hay “cierto nerviosismo” en relación con el mismo, según aseguraban fuentes municipales y de hecho, ayer el goteo de consultas fue constante. Se trató del primer día en el que funcionó, en horario de mañana y tarde, la oficina de información específica en el centro cultural del barrio, que se mantendrá hasta el día 15, inclusive. El interés estaba garantizado.
Las placas identificativas ya han sido colocadas en todas las calles del barrio y los vecinos han recibido una carta del Ayuntamiento informado del cambio de denominación en la vía. En el caso de los residentes en la antigua calle Hermanos Martínez Aguilar, además del cambio de nombre también ha variado la numeración, ya que ha pasado a ser una prolongación de la existente calle de Tomasa de la Iglesia, en honor a la que fue la primera directora del colegio público del barrio y que durante décadas y hasta 2002 se denominó calle de los Caídos de la División Azul.
“Se van a poner todas las facilidades” para resolver dudas o ayudar a los vecinos, señalaban ayer en la citada oficina informativa. Entre las principales recomendaciones, comunicar los cambios, en algunos casos será suficiente hacerlo por teléfono, a empresas privadas de suministros o servicios y a bancos si se tienen recibos domiciliados.
Desde la Oficina municipal de Estadística se ha comunicado directamente a las principales operadoras del mercado en telefonía y suministro de electricidad y/o gas, como Telefónica y Gas Natural-Unión Fenosa, pero advierten que no hay un registro único de empresas, por lo que es necesario que los particulares lo hagan personalmente.
En definitiva, aunque en la mayoría de los casos el cambio de denominación no supone coste económico, sí son muchos los vecinos que califican de “engorrosos” o “fastidiosos” los trámites para comunicar la nueva denominación de sus calles. Unos más, otros menos, pero todos tienen que dedicarlo algo de su tiempo.
