Paco León da el salto a la zarzuela con la obra ‘¡Cómo está Madriz!’ bajo la dirección de escena de Miguel del Arco en una reinterpretación “particular, a lo ‘Midnight in Paris’ pero madrileño” de las dos obras de género chico de finales del siglo XIX ‘La Gran Vía’ y ‘El año pasado por agua’. En este sentido, la comparación con la película de Woody Allen surge por ese viaje en el tiempo en el que se sumerge el protagonista —llamado Paco, como el propio actor—, un ciudadano del Madrid actual que retrocede un siglo y medio para encontrarse con personajes reales y alegóricos que no son tan distintos a lo que se imaginaba.
“En la obra se ve cómo, al final, por muy modernos y avanzados que nos creamos, siempre se repite la Historia”, señaló del Arco con humor, recordando por ejemplo cómo el protagonista se encontrará con un “bipartidismo salvaje amenazado por la aparición del fundador del socialismo español, Pablo Iglesias”, “nos viene que ni pintado”, bromeó.
La obra, que estará en el Teatro de la Zarzuela hasta el próximo 12 de junio, surgió con el anterior director Paolo Pinamonti, si bien su sustituto Daniel Bianco ha continuado con esta apuesta por la versión de Del Arco. De esta forma, el director escénico ha cambiado parte de los textos para buscar “esos referentes actuales”, aunque siempre con el ánimo de “no trastocar demasiado” el espíritu de las zarzuelas con música de Fernando Chueca y Joaquín Valverde. “No tenía intención de cambiar radicalmente los dos libretos, simplemente se trataba de fusionar ese paseo con el Madrid actual, pero sin alejarnos del siglo XIX. Es un intento de recuperar la relación entre el ciudadano y el teatro popular”, señaló el responsable de la versión.
Así, León da vida a Paco, alguien que vive a disgusto en la actual Plaza Mayor madrileña y que cae en un sueño que le llevará a la capital en “los años tumultuosos” de finales del XIX. En este paseo onírico se verá acompañado por Baroja o Valle-Inclán, pero también con personajes alegóricos como la calle de Válgame Dios o la Plaza de la Cebada. En esta línea, el actor se definió como el “pegamento escénico” del texto para el resto de personajes, en una obra coral en la que en algunos momentos habrá más de ochenta personas compartiendo el escenario. Además, el papel que interpreta exigirá en algunos momentos que muestre sus dotes de canto, aunque el director de ‘Kiki, el amor se hace’ mostró su deseo de que espera “no dar el cante”.
“Al principio la propuesta me pareció un poco marciana —es la primera vez que hace zarzuela aunque había hecho “cosas parecidas” en el teatro—, pero he terminado disfrutando muchísimo sintiéndome como un elemento más de una ensalada”, destacó el actor. En este sentido, reconoció que el salto del cine a las tablas con el género chico supone meterse en “un proyecto arriesgado”. “Es como entrar en una camisa de once varas y no tengo necesidad, pero es el deber de cualquier intérprete alejarse de los círculos de confort y que te pongan en un brete”, ironizó.
De otra parte, cabe destacar que la decisión de Del Arco de no respetar íntegramente el texto responde a la necesidad de hacerlo enteramente comprensible para el público de hoy, “además, hay que recordar que se trataban de textos que muchas veces se hacían rápido para ganar dinero, no son obras literarias como tal, y si yo ya he cambiado textos de Shakespeare o Moliere”, defendió el director.
Por otro lado, la dirección musical de esta zarzuela ha corrido a cargo de José María Moreno, quien ha optado por rescatar varios de los números musicales incluidos a lo largo de los años hasta alcanzar la cifra de veinticinco. Para el músico, quien resaltó la importancia que tiene el coro, esta obra supone una reivindicación de la figura de Chueca, “un autor prodigioso y de una facilidad increíble para la armonía”.
