El Azoguejo se llenó, a mediodía de ayer, de mujeres vestidas con el traje típico de segoviana. Llegaron de todos los lugares. Su número, según la organización, oscilaba entre 320 y 350. El motivo de la concentración no era otro que el de realizar una ofrenda a la patrona de Segovia, la Virgen de la Fuencisla, dando continuidad a una iniciativa emprendida hace un par de décadas —a mediados de los 90—, por una mujer del barrio de San Lorenzo, Magdalena Sanz, que con el paso de los años fue viendo, con satisfacción, como triunfaba su idea.
La cita, ya plenamente consolidada en el calendario, cumple todos los requisitos para ser considerada una romería de primavera. Diferente a las más tradicionales, eso sí, pero romería a fin de cuentas, pues reúne en un santuario a una multitud deseosa de venerar a la Virgen, en una jornada en la que no faltan los bailes ni una comida popular.
Ayer, a los pies del Acueducto, había mujeres de al menos siete barrios de la capital (San Lorenzo, San Millán, El Salvador, Santo Tomás, San José, San Frutos, y Nueva Segovia), y de cerca de una decena de pueblos de la provincia (Fuentepelayo, Nava de la Asunción, El Espinar, San Rafael, Valverde del Majano, Villovela de Pirón, La Granja, Valsaín y Cantimpalos).
La mayoría de las presentes pertenecían a las asociaciones de aguederas encargadas de organizar en su comunidad la función de Santa Águeda. Sobresalían, en ese bosque de manteos y jubones, las portadoras de montera, exteriorizando así su actual rango de alcaldesas. Lola Arranz, alcaldesa vigente de Nueva Segovia, se mostraba “feliz” de estar en la romería, pues “es la única manera de juntar un día a las mujeres de Segovia y la provincia para algo tan importante como es convivir”.
Aunque esta romería tiene lugar el segundo domingo de mayo, este año, de forma excepcional —debido a los actos del primer centenario de la coronación de la Virgen de la Fuencisla— se ha retrasado una semana. El hecho de que ayer se celebrase, en un buen número de localidades, la fiesta de San Isidro, patrón de los labradores, pudo menguar ligeramente la asistencia, si bien Cristina Olalla, una de las organizadoras de la romería, insistió en que “cada año que pasa se incorporan asociaciones de mujeres de más pueblos”.
Desde los arcos del Acueducto, las mujeres peregrinaron al santuario de la Virgen de la Fuencisla por la Cuesta de Santa Lucía, con alegre caminar, al ritmo de la música de la dulzaina y el tamboril. Ya en el hogar de la patrona de los segovianos, Ángel Alonso ofició una misa, durante la cual las mujeres ofrecieron flores a la Virgen. Acabada la ceremonia, refresco en la pradera, preámbulo de una comida de hermandad en el hotel Santana, para 270 comensales.
En esta ocasión, no hubo despedidas hasta el próximo año, pues las mujeres de San Lorenzo emplazaron al resto a acudir, el próximo 4 de junio, a una ‘concentración de monteras’, para celebrar los 25 años que llevan organizando la fiesta de Santa Águeda. “Esperamos juntar a las que han sido alcaldesas durante este tiempo —explicaba Esther Rosado, alcaldesa vigente— pero estamos abiertas a que vengan de otros barrios y de toda la provincia”. El 4 de junio queda, pues, marcado en el calendario, para este peculiar desfile de mujeres, todas ellas con su obligada montera.
