Penélope Cruz encarna a Valentina, una aguerrida agente de la división de moda de la Interpol, en Zoolander 2, la secuela de la popular comedia sobre el mundo de la moda que quince años después vuelve a protagonizar y dirigir Ben Stiller y que llegará a los cines el próximo 12 de febrero. La actriz española presentó en Madrid junto al propio Stiller y a las otras dos estrellas de la película, Owen Wilson y Will Ferrell, una secuela que, como ya hiciera la cinta original, vuuelve a burlarse de todo lo que rodea a las pasarelas. Pero en esta ocasión Stiller cuenta para su sátira con un rosario de cameos de algunos de los pesos pesados del mundo de la moda que, literalmente, pidieron estar en esta divertida película.
“Son listos, tienen sentido del humor y saben reírse de sí mismos”, afirmó Cruz que ve en el hecho de que Anna Wintour y otras personalidades del mundo de la moda hayan querido aparecer en Zoolander 2 una forma de “darle la bendición final a la película”. Una aventura disparatada, el humor gamberro y su carrusel cameos son ingredientes conocidos de la ya saga Zoolander. Pero en esta ocasión Derek y su inseparable Hansel deben enfrentarse a un mundo que ha cambiado mucho y encontrar su hueco en la era de Youtube, Facebook, Twitter e Instagram. “Internet ha cambiado el mundo y profesiones como las nuestras en las que tiene un efecto brutal”, señaló la actriz española que, en todo caso, se autodefine como una de esas nostálgicas que “echa de menos escribir cartas en lugar de mandar textos”.
En este sentido, Cruz reconoció que se ha “resistido” durante mucho tiempo a las redes sociales y que solo a raíz de su documental sobre niños con leucemia, Uno entre cien mil, se animó a abrir una cuenta en Instagram. “Pero yo no soy una persona que vaya a fotografíar los huevos fritos que me voy a comer y subirlos a Instagram”, apostilló la actriz que aseguró que películas como esta “te hacen reflexionar y a la vez te dan un poquito de miedo” sobre la repercusión y el alcance del mundo de las redes sociales.
Cruz, que se define como una gran fan de Zoolander —“he visto la primera película como cinco veces”, reconoce—, reveló que la llamada de Stiller para sumarse al proyecto le pilló totalmente de sorpresa y le hizo “mucha ilusión”. “Conocía a Ben Stiller de un par de veces y me llamó cuando estaba en Sudáfrica comprando pañales. Le dije que sí enseguida porque yo era muy fan de la primera”, relató Cruz que vio en la secuela la “oportunidad” de experimentar en un género, el de “la comedia más disparatada”, que no había tocado nunca. “Casi siempre me ofrecen dramas”, apuntó.
Pero además de la ocasión de cambiar de registro, Cruz insistió que para una fan como ella era un sueño “estar junto a Derek y Hansel”. “Y como yo mucha gente… los fans de Zoolander están por todas partes y la gente tiene ganas de reírse”, subrayó la actriz que recordó que durante el rodaje con Stiller y Wilson su gran preocupación fue “no arruinar la mitad de las tomas por la risa”.
“Es que son tremendos. Separados también, pero cuando se juntan son imparables y en la película yo soy la seria del grupo, la que tiene que poner orden y tomar las cosas en serio y fue difícil. Es un desparrame rodar con ellos”, sentenció Cruz que también destacó cómo le sorprendió la capacidad de Stiller “para salir y entrar de la ficción”. “Es impresionante como se metía en un personaje tan extremo y luego llevaba un equipo de 300 personas ,además de producir la película y de estar coescribiendo el guión. Hay pocas personas con esa capacidad de trabajo”, apuntó la actriz española.
Interrogada por la gala de los Goya que se celebrará este sábado, Cruz confesó que en noches como esta su única “ambición” es ir relajada para disfrutar de la ceremonia. “Creo que Dani Rovira lo hizo muy bien el año pasado y creo que es genial que repita”.
