Los españoles estaban llamados a las urnas por segunda vez en los últimos seis meses, una cita histórica por ser la primera vez en democracia que los partidos políticos no tenían la mayoría suficiente para gobernar y no llegaban a un acuerdo para nombrar presidente. De esta forma, el PP vuelve a convertirse en el triunfador de los comicios. El momento histórico también ha tenido su reflejo en los datos de intervención ciudadana, de esta manera, el 26-J se ha convertido en la jornada electoral con menor participación en la historia democrática reciente desde los comicios de 1977. Así, el 69,83 por ciento de los españoles ha acudido a las urnas a ejercer su derecho al voto, por lo que el porcentaje de abstención ha ascendido hasta el 30,17, algo que los partidos mayoritarios —PP y PSOE— temían puesto que, a su juicio, eso podía favorecer el ascenso electoral de la coalición de izquierdas Unidos Podemos.
