La Gimnástica Segoviana cayó ayer derrotada en tierras palentinas frente al Aguilar, un equipo cuyo objetivo no es otro que salvar la categoría, en un partido marcado por la expulsión de Durán en el minuto 25, que vio la tarjeta roja por derribar en el borde del área a un jugador aguilarense que encaraba solo la portería. La expulsión, que condenó a los gimnásticos en la primera parte, los espoleó sin embargo en la segunda. Y es que los de Paco Maroto controlaron el partido tras el paso por vestuarios después de haber vagado por el terreno de juego en los primeros 45 minutos. Pese a todo, fue insuficiente. La Segoviana había llegado tarde al partido y lo había pagado caro.
La nota predominante del primer período fue la igualdad. Se respetaron ambos equipos de salida y ninguno quiso correr riesgos innecesarios. Así las cosas, la Segoviana prefirió salvaguardar su portería juntando mucho sus líneas y esperando al Aguilar, que cogió la responsabilidad en los primeros minutos, pero apenas llegó sobre las inmediaciones del área de Durán, ya que la defensa gimnástica se mantuvo firme y segura.
Todo cambiaría en el minuto 25. Durán se veía obligado a derribar a Chema en la frontal del área cuando éste le encaraba solo y trataba de recortarle y el colegiado le mostraba la cartulina roja. La Segoviana se quedaba en inferioridad numérica y Paco Maroto daba entrada en el terreno de juego al meta juvenil Iván, que sustituía a Otero para ocupar el huevo vacante que Durán dejaba en la portería.
A renglón seguido abriría el marcador el Aguilar, ya que Chema convertía en gol la falta cometida anteriormente por Durán. La jugada no le podía haber salido peor al cuadro segoviano. El balón se colaba entre la barrera e Iván casi no tenía tiempo para reaccionar.
De ahí al descanso el conjunto aguilarense siguió llevando el peso del partido. Chema y Pekas pudieron ampliar distancias en el marcador en un par de acciones aisladas que tuvieron, pero no estuvieron acertados ante Iván. La Segoviana ni siquiera llegó a acercarse a las inmediaciones del área local. Naufragaba a la deriva.
El paso por vestuarios, sin embargo, sentó bien al conjunto gimnástico, que salió con aires renovados, y a partir del cuarto de hora puso en aprietos a un Aguilar que hizo lo que pudo para defenderse. En gran medido mejoró la Segoviana cuando entró Ramsés al terreno de juego sustituyendo a Fran. Entre él y Chus volvieron locos a los locales por banda izquierda, por donde llegaron casi todas las oportunidades segovianas. A balón parado era cuando creaban mayor peligro los de Paco Maroto, siempre en faltas o saques de esquina forzados por Ramsés o Chus. En uno de estos saques de esquina el balón se estrellaba en el travesaño cuando un zaguero del Aguilar trataba de alejar el balón. Maikel tuvo otra opción tras un rechace que le cayó en la frontal del área. El jugador de la Gimnástica disparó fuerte y colocado, pero el portero aguilarense se lució con una gran intervención.
En el último minuto llegaba el tanto de la sentencia local. Pekas recogía el balón en su propia área tras un saque de esquina botado por la Segoviana y lo llevaba hasta la otra portería donde cedía el balón en última instancia a Chema, que sólo tenía que empujar. Después Juli maquillaría el marcador tras coger la espalda a la defensa del Aguilar en un pase profundo, pero ya era demasiado tarde.
