Las compañías de teatro Nao
d’amores y Teatro de Almada (Portugal) han unido sus fuerzas para interpretar en coproducción la obra ‘Tragicomedia llamada Nao d’Amores’, que ayer se estrenó en el Festival Internacional de Almada y llegará a España los días 8 y 9 de julio, con representaciones en el Teatro de Conde Duque —a las 20.00 horas, con subtítulos en español—.
Con esta obra, la compañía residente de Segovia celebra el XV aniversario de su fundación, por lo que podrá verse también en la ciudad el próximo 14 de julio, en la iglesia de San Juan de los Caballeros. Antes, el día 12, las compañías la subirán a escena en el Festival de Teatro Clásico de Almagro —en el Espacio Miguel Narros, a las 22.45 horas—.
Ana Zamora, directora artística de Nao d’amores, afirma que su compañía ha navegado por medio mundo, pero para ello Portugal, país al que llegaron hace más de una década apadrinados por Luis Miguel Cintra, maestro y compañero de aventuras, “ha sido siempre un puerto seguro”, según recoge Europa Press.
Para celebrar en este 2016 su XV aniversario, la compañía residente de Segovia ha decidido abordar un nuevo proyecto bilingüe, en esta ocasión en coproducción con la Compañía de Teatro de Almada, que supone un cierre de ciclo a través de la vuelta a sus propios orígenes.
la obra Publicada por primera vez en 1562, la ‘Tragicomedia llamada Nao d’amores’ se había representado a finales del mes de enero de 1527 en el Paço da Ribeira, celebrando el regreso a Lisboa de los reyes portugueses Joao III y Catalina de Austria tras una ausencia de casi dos años debido a una epidemia de peste.
Se trata de un texto alegórico que se construye a través de una secuencia de escenas análogas de cuya evolución está ausente un enredo central.
La ciudad de Lisboa, en figura de princesa, entra en escena, feliz de recibir a los soberanos. Su discurso de bienvenida es interrumpido por la llegada de un príncipe de Normandía, que sufriendo mal de amores, le pide la nao de su divisa, para partir en busca de su Ventura.
Lisboa manifiesta su negativa, pero autoriza al príncipe a construir una allí mismo tomándola como modelo. El Capitán será el dios de Amor, que conducirá la nao con toda una serie de personajes que tienen en común la desdicha amorosa, pero dispuestos a recorrer una larga y tumultuosa ruta marítima rumbo a su felicidad.