Más de 360 inmigrantes y solicitantes de asilo han muerto ahogados en el Mediterráneo intentando alcanzar las costas europeas durante el mes de enero, en el que las islas griegas se han mantenido como principal punto de llegadas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Esta organización alertó de que sólo a Grecia arribaron en enero más de 62.000 personas, una cifra muy por encima de las 1.400 registradas en el mismo periodo de 2015. La ruta italiana, por su parte, ha concluido el mes con alrededor de 5.000 llegadas.
Estas cifras ya suman casi el doble de las registradas durante todo 2014 y amenazan con convertir en 2016 en otro año negro en el Mediterráneo. El año 2015 concluyó con casi 850.000 inmigrantes y solicitantes de asilo llegados a las costas de Europa. La OIM también ha dado la voz de alarma en relación al número de muertes, ya que más de 360 personas han perecido ahogadas durante el mes de enero, frente a las 82 del mismo periodo de 2015. La zona del Egeo, con más de 270 fallecidos, ha dejado naufragios prácticamente cada día, el último de ellos este mismo martes.
Los niños forman parte también de este amplio listado de víctimas y, sólo durante enero, 60 menores de 18 años han perdido al vida en la ruta entre Turquía y Grecia. Durante los últimos cinco meses, ya son 330 los menores fallecidos en estas aguas, según el balance difundido este ayer por la OIM.
La organización advirtió también del alto número de menores no acompañados que continúan emprendiendo el viaje hacia Europa, en su mayoría procedentes de Siria, Afganistán en Irak. En lo que va de 2016 ya han llegado a Grecia 19.700, lo que equivale a una tercera parte del total de inmigrantes y solicitantes de asilo.
De esta manera las cifras de muertes en el mar Mediterráneo continúan siendo un drama para las instituciones europeas. Las últimas disputas se están produciendo con el Gobierno griego que no puede dar abasto.
