La tenista hispano-venezolana Garbiñe Muguruza tuvo que trabajar mucho para superar su debut en Roland Garros, segundo ‘Grand Slam’ de la temporada, y necesitó tres sets (3-6, 6-3, 6-3) y casi dos horas y media para deshacerse de la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova en un partido donde supo sobreponerse a sus errores para imponer su mejor tenis. La de Caracas, una de las afectadas por los aplazamientos de del domingo por la lluvia, vivió un estreno complicado, principalmente por su precipitación y nervios, que permitieron a su rival, a la que había ganado hace apenas un mes en el Mutua Madrid Open y con la que nunca había perdido en sus cuatro anteriores enfrentamientos.
Pero en esta ocasión, Muguruza, gran baza femenina española en París, no estuvo demasiada fina, aunque acertó a no descentrarse y a paulatinamente ir minimizando sus errores, producto de su agresividad, y aumentando sus aciertos para remontar y terminar con una final más plácido de lo esperado en el partido.
Y es que la cuarta cabeza de serie en el ‘grande’ parisino acumuló un total de 53 errores no forzados, 22 de ellos que fueron una auténtica losa en el primer set, donde nunca pudo conectar su mejor tenis y permitió asentarse a la eslovaca. Esta rompió en el cuarto juego para ponerse 3-1 por delante, una ventaja que supo administrar para hacerse con la delantera en el marcador, pese a que Muguruza gozó de tres bolas de ‘break’ para mantenerse viva que no aprovechó en su línea de errores.
Los problemas continuaron para la hispano-venezolana en el inicio del segundo parcial, sufriendo mucho para sacar el 1-0 a su favor, en un juego que duró más de un cuarto de hora y en el que salvó nueve bolas de rotura. Sin embargo, esto le dio más confianza y empezó a mejorar su tenis.
