El presidente de la Diputación de Segovia, Francisco Vázquez, estimó ayer que el ‘Acuerdo para un Gobierno reformista y de progreso’, firmado por el PSOE y Ciudadanos, está “abocado al fracaso”, pues plantea una reforma constitucional que no puede llevarse a cabo sin contar con el PP. “Es —dijo, a modo de comparación— como si yo digo ahora que voy a llevar agua corriente a todos los pueblos de Botsuana; puede ser algo muy loable, pero no está en mi mano hacerlo”. Vázquez recalcó que “ninguno” de los cinco acuerdos PSOE – C´s puede salir adelante sin el apoyo del PP, por lo consideró que “lo que han firmado es papel mojado”.
Sobre la supresión de las diputaciones, un asunto que C´s ha logrado introducir en el texto del acuerdo, Vázquez quiso diferenciar entre el posicionamiento del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al que criticó por practicar la política del “ahora o nunca”, pues “renuncia a los principios de su partido con tal de ser presidente del Gobierno”, con la de los militantes y cargos del PSOE, citando como ejemplos a tres presidentes de diputaciones andaluzas, públicamente contrarios a dicha eliminación. En relación al planteamiento de C´s, favorable a esa supresión, Vázquez estimó que se debe a su “desconocimiento sobre lo que hacen las diputaciones”.
El político popular lamentó que PSOE y C´s utilicen el “falso argumento” de que la desaparición de las diputaciones acarrearía un importante ahorro económico. A ese respecto, citó el caso de la Diputación de Segovia, extrapolable a otras de Castilla y León, en la que el capítulo 1 de los Presupuestos, uno de los más importantes, se dedica al pago de los empleados públicos, y el 2, a sufragar servicios sociales, entre ellos el mantenimiento de cuatro centros asistenciales. “Más de la mitad de nuestro Presupuesto anual, de 55 millones de euros, se va en gastos insuprimibles, de los capítulos 1 y 2”, explicó Vázquez, que ayer defendió, por momentos con ardor, el resto de servicios ofrecidos por la casa, como los culturales (“no queremos que haya unos ciudadanos de primera residiendo en las ciudades y otros, de segunda, en el medio rural”); el mantenimiento de la red de carreteras provincial, con una red de 1.234 kilómetros; o el Consorcio Provincial de Medio Ambiente, encargado de la recogida de residuos sólidos. “Ese tipo de gastos, si no los asume la Diputación, los debería asumir otra administración, no se pueden ahorrar”, continuó diciendo.
Para el político popular, quienes reclaman que las mancomunidades suplan la labor ahora desempeñada por las diputaciones no saben que, lejos de lograr un ahorro, supondría “una multiplicación de los gastos”.
“No nos engañemos —prosiguió el presidente de la Diputación—, muchos quieren que desaparezcan las provincias”. Al respecto, recordó que Podemos ya ha pedido la desaparición de las circunscripciones provinciales en las elecciones, para ser sustituidas por una de carácter regional. “Y la desaparición de la Diputación significaría la desaparición de la provincia”, alertó.
A renglón seguido, hizo una cerrada defensa del papel que cumplen las diputaciones, sosteniendo que, en Castilla y León “si no existieran habría que crearlas”. Desde su punto de vista, la provincia es “el ámbito idóneo”para la prestación de servicios. “Las provincias —añadió— tienen un encaje constitucional, un encaje funcional y un encaje ciudadano”. “Que les pregunten a los vecinos de los pueblos qué opinan sobre la desaparición de las diputaciones… las cosas no se pueden hacer de arriba abajo, como quieren algunos”, concluyó.
