Alicia, en aquel ‘País de las Maravillas’, sentenció: «la locura es el estado en que la felicidad deja de ser inalcanzable». La frase bien vale para el joven dramaturgo y ahora director de cine Sergio Mínguez Asenjo, partidario, seguramente, como el genial escritor británico Lewis Carroll de que para ser feliz es necesario perpetrar, alguna vez, una pequeña locura.
Porque locura y felicidad son, seguramente, las dos palabras que, últimamente, más ha escuchado Mínguez; locura por el proyecto en el que se ha embarcado, realizar un largometraje, casi sin experiencia en el mundo de la cinematografía, aunque con bases sólidas en la escena teatral; y felicidad en razón al título de la cinta «El bosque de la felicidad», que se rodará durante el verano y principios del otoño en escenarios de la provincia de Segovia y en otras localizaciones del territorio de Castilla y León.
La primera película que dirigirá Mínguez, y que supondrá su bautizo de fuego en el ultracompetitivo mundo del celuloide, será una adaptación de la novela, con el mismo título, del también segoviano David de la Cruz Montero.
El director, a quien el teatro caló desde temprana edad, que forma parte de la compañía «Ponte a la Cola» y que desde hace dos es profesor de teatro en el IES Andrés Laguna, leyó el libro de David de la Cruz y quedó cautivado. Ambos pensaron en una adaptación teatral aunque, pronto, «me dí cuenta de que sería mucho más interesante pasarlo a película», comentaba ayer Mínguez. La novela, que se había editado en 2012, era carne de película, y no de teatro.
Con gesto relajado, Mínguez habla de su proyecto en un receso del primer casting, celebrado a lo largo de todo el día de ayer, en el Centro Cultural de San José. La búsqueda de actores secundarios y figurantes para «El bosque de la felicidad» arrancó en Segovia, aunque el equipo de la productora «Forest Films», de origen también segoviano, tiene también previsto otros castings en Madrid y Valladolid, asegura el director.
Un año y ocho meses trabajaron juntos Mínguez y De la Cruz, (que en su trayectoria literaria suma además unos quince libros de poesía), en transformar la novela en guión cinematográfico. El siguiente paso fue buscar financiación para un proyecto que el director califica de ‘humilde’ y que contará con un presupuesto ‘modesto’, que elude desvelar. El director asegura que la financiación está ‘casi completa’, aunque, según admite a continuación, aún resta materializar el apoyo de dos instituciones ‘importantes’ que, igualmente, opta por mantener en secreto.
«Tenemos ya un porcentaje de financiación asegurado que nos permite involucrar a la gente, hacer este primer casting, no queremos ilusionar en vano ni hacer venir a la gente para un proyecto que se tambalea (…) al contrario, el proyecto es sólido», sostiene Mínguez quien, para aclarar dudas al respecto, añade que «todos los profesionales y actores tendrán su remuneración económica, es trabajo, aunque, ciertamente, queremos a personas que por encima de trabajar solo por dinero, estén también porque les ilusiona» la película.
Aunque quizá la productora le ‘regañe’, según confiesa, Mínguez se atreve a desvelar dos nombres del reparto de actores que integrarán. Gabino Diego y Beatriz Rico estarán en «El bosque de la felicidad» que narra la búsqueda de la felicidad de un hombre en la sociedad actual que ha perdido la ilusión por vivir. A través de una serie de pruebas es tentado por el poder, la fama, la lujuria o la riqueza, todas ellas, en un bosque mágico. «Las situaciones por las que ha de pasar son rocambolescas y acabarán en un sorprendente final», afirma Mínguez, que añade que aunque gran parte de la película transcurre por un mundo de «fantasía», lo cierto es que «creo que los espectadores que la vean se sentirán identificados con el personaje protagonista».
El segoviano admite que abrirse paso en el mundo del cine es «complicado». «Hay mucha competencia, envidias… te lo dicen los propios profesionales del cine con los que he tenido oportunidad de hablar y es una pena, porque el arte, la belleza y las emociones, sobre todo, que queremos transmitir a los espectadores deberían ser nuestra bandera y no el fin lucrativo de cada empresa».
El primer casting de la cinta atrae a 235 aspirantes
Un total de 235 personas desfilaron ayer por el Centro Cultural de San José en busca de un papel en la película de Sergio Mínguez, según explicó Ángela Almendariz, de la productora Forest Films. Aunque el director ya tiene “cerrados’ varios de los actores para los personajes principales, de la selección que se hizo ayer en Segovia —y que tendrá su continuidad en otros castings previstos en Madrid y Valladolid— saldrán algunos de los intérpretes ‘secundarios’ y decenas de figurantes. A la cita estaban convocadas personas de entre 18 a más de 80 años. Acudieron jóvenes sin ninguna experiencia actoral, como Lucía, Cristina y David, tres amigos que vieron el cartel anunciador del ‘casting’ en Vía Roma; otros como Marian, con experiencia en teatro aficionado; o un hombre, de mediana edad, que confesó que participó en una pelicula de Lina Morgan y “en el colegio.Hice una obra dramática y conmigo se río todo el mundo”. Todos tendrán su oportunidad.