Una de las actividades importantes que se incorporó el año pasado a los actos paralelos al medio maratón y que este año tuvo continuidad, es la conocida cena del ‘Miguelín’, que se llevó a efecto en el restaurante Casares, en la que se reunieron un buen número de atletas populares y amantes del deporte.
El premio lleva el nombre de Miguel González Marinas, uno de los primeros maratonianos de Segovia, que llegó a participar en los 25 primeros maratones de Madrid. De esta manera, un grupo de corredores populares decidieron rendir un doble homenaje, tanto a Miguel, que da su nombre al premio en forma de corredor en barro, como a la persona del entorno atlético que recibe el galardón, no tanto por méritos deportivos, sino más bien por reunir una serie de connotaciones emocionales, deportivas o ambas, por las que merece ser reconocido.
Este año el premio recayó en la figura de es Valentín Hernando, un metódico atleta que es habitual portador del globo del tiempo de 1,25 en el medio maratón de Segovia y que últimamente ha destacado en su faceta de entrenador, responsable de la dirección técnica del ‘Tin team’, equipo formado exclusivamente por atletas de categoría femenina.