Las calles del centro de Segovia acogieron durante la mañana de ayer la duodécima edición de la carrera universitaria con más tradición de Segovia, la Legua Universitaria, que cada año organiza la Universidad de Valladolid y que en esta edición contaba con el apoyo de El Corte Inglés, ya que la prueba ahora se enmarca en el Circuito Running Universitario El Corte Inglés.
La carrera, que tiene una longitud de 5.672 metros en su recorrido, pasando por algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad como el Azoguejo o La Fuencisla, entre otros. La prueba estuvo abierta tanto para atletas federados como para aficionados del atletismo y del deporte en general, y no fue su mejor año en cuanto a participación. “Esperábamos tener algunos corredores más, pero creemos que el partido de Champions de ayer y las celebraciones, pueden haber afectado algo a la asistencia”, comentaba uno de los coordinadores de la organización, Julio Sánchez. Finalmente tomaron la salida más de un centenar de corredores, aunque la inscripción superó los 160.
Amenazaba lluvia durante la salida, que tuvo lugar en la misma puerta del campus María Zambrano de la UVa, pero pese a que el cielo se mantuvo cubierto, las nubes no empezarían a precipitar sus primeras gotas hasta que casi todos los corredores habían llegado a la línea de meta, que estaba instalada en el mismo ágora del campus, de donde partió la legua. “Tenemos que reformularla, para intentar que haya la máxima participación posible y tenemos que seguir trabajando, para proponer a los corredores y a los universitarios un evento atractivo. Hoy por ejemplo hemos traído un DJ que pincha en ‘Los 40’ y que esperemos que aporte buen ambiente al evento. Me gustaría que se pudiera hacer el sábado, además estamos pensando hacer algo con disfraces o carreras por equipos, todo lo que podamos hacer y que motive a la gente a correr sería ideal”, explicó Julio Sánchez.
Minutos antes, los atletas ya calentaban por las inmediaciones de la línea de salida, buscando protegerse de lesiones e iniciar su participación en el mejor estado de forma posible. Los más pequeños también tuvieron su particular carrera, ya que desde la UVa, intentan promover el desarrollo deportivo y físico tanto de sus estudiantes, como de cualquier persona, conociendo la importancia del ejercicio para el buen crecimiento de los más pequeños. “Del Programa de Deporte Escolar han venido unos 20 o 25 chicos desde alevín, hasta cadetes algunos. Son unos retos que se les proponen a los chicos, para que cada vez puedan ir recorriendo una mayor distancia. Y de cara al año que viene, creo que es una buena propuesta para los universitarios menos aficionados a correr, para que se animen y practiquen deporte”, afirmó Julio Sánchez.
El primero en llegar a la línea de meta sería el atleta segoviano, Mariano Lázaro, que tomo ventaja desde la salida a base de zancadas, para acabar ocupando el primer escalón del pódium, llegando con una distancia, no muy abultada en tiempo, pero suficiente para controlar a sus rivales, para no llegar a los últimos metros teniendo que jugarse la victoria al sprint. El propio Lázaro resumía su participación de la siguiente manera: “La carrera ha sido bonita, no había corrido nunca y me ha parecido una prueba interesante y en mi ciudad, en Segovia, sí que es verdad que una vez el recorrido llegaba a La Fuencisla, hasta la meta todo era subida y se ha hecho bastante dura al final. He salido un poco fuerte en los primeros metros, y a la altura del Acueducto ya tenía algo de diferencia con mis amigos y conocidos, porque todos son amigos y conocidos y desde ahí solo hasta la meta”.
Además el vencedor quiso destacar que “había bastante gente animando. Es una cosa bonita de Segovia, que la gente siempre sale a animar a los corredores ya sea en carreras de bicicleta, en carreras atléticas y había buen ambiente”.
En categoría femenina, la primera en entrar sería Rebeca Gil Gómez, que conseguía entrar en línea de meta con un tiempo de 27 minutos y 40 segundos. “La carrera ha sido un poco dura porque el recorrido tiene muchas cuestas, había algunos cambios en el recorrido con respecto a otras ediciones y ha sido duro, pero está muy bien esta carrera. Lo más complicado es la vuelta, primero se hacen tres kilómetros hacia abajo y luego hay que subir. He podido engancharme a un grupillo, y he ido tirando, pero luego en San Millán he tenido que bajar un poquito el ritmo”, detallaba la propia Rebeca Gil tras la carrera.
Además, la segoviana quiso destacaba el carácter deportivo e integrador de esta carrera: “Está bien que puedan competir atletas que se lo toman de una forma más profesional con corredores populares, porque así unos pueden correr con otros y se pueden medir mutuamente y competir. A veces los corredores populares entrenan y se preparan más que los veteranos”.