Los robos en las explotaciones agrícolas y ganaderas es un problema que, con la crisis, se ha agudizado. Por eso, desde las administraciones se decidió crear en octubre de 2013 un grupo especializado de la Guardia Civil que luchara contra estos delitos. Este grupo cuenta en Castilla y León con diez equipos que, desde su creación, realizaron 3.400 servicios, 1.350 entrevistas y detuvieron o imputaron a 300 personas en la Comunidad.
Estos diez equipos se distribuyen en todas las provincias, uno en cada una menos en Valladolid, donde hay dos, con cinco agentes cada uno. Con su trabajo lograron recuperar 13.000 kilogramos de piñas y patatas y 18.000 kilos de cable de cobre, chatarra y diversos metales, así como tubos de riego, maquinaria, aperos y herramientas robados de las explotaciones.
También encontraron maquinaria pesada y armas de fuego, según informó el delegado del Gobierno en la región, Ramiro Ruiz Medrano, tras reunirse ayer en Palencia con el presidente de la Diputación provincial, José María Hernández.
Con estos datos, Ruiz Medrano calificó de «muy positiva» la labor llevada a cabo por estos grupos en la Comunidad, donde se han puesto a disposición de la autoridad judicial 300 personas, 60 de ellas en León, 50 en Valladolid, 38 en Burgos, 36 en Segovia, 31 en Palencia, 31 en Salamanca, 30 en Zamora, 14 en Soria y diez en Ávila.
Colaboración ciudadana
El delegado del Gobierno mostró su confianza en que el gran trabajo de la Guardia Civil y el apoyo de los ciudadanos «está dando sus frutos» con una reducción importantísima en los robos en el mundo rural y el campo, aunque un sólo delito sea una «preocupación para todos».
Las provincias de mayor incidencia en los robos son las de Valladolid y Salamanca, mientras que las que sufrieron menos fueron Soria y Palencia. Además, las principales operaciones realizadas fueron las denominadas ‘Brizonazo’ (Valladolid), ‘Scavenger’ y ‘Esgueva Cid’ (Burgos) y de robo de corderos en Zamora.
Estos equipos especializados tienen también como misión obtener información y mantener contacto con todos los agentes implicados, una labor preventiva y disuasoria, así como de investigación.
Además, entre las ventajas de contar con agentes especializados en estos temas se encuentra el hecho de que mantienen contacto permanente y fluido con colectivos agrícolas y ganaderos, lo que les permite recopilar información, establecer mapas de riesgo en cada demarcación y explicar a los colectivos las medidas de mejora de la seguridad que pueden poner en marcha.
Apoyo del sector
Además, gracias a sus logros se han convertido en una referencia para estos colectivos en materia de seguridad, tienen mayor presencia y establecen mapas geolocalizados de las explotaciones de la Comunidad.
Con todo esto, se considera fundamental su labor a la hora de llevar a cabo un mayor control de mercadillos, establecimientos de venta de segunda mano y chatarrerías, donde se logró detener a dos titulares de estos establecimientos en León y otros tantos en Valladolid.
