A dos semanas para la final de la Champions las alarmas han empezado a sonar con fuerza en el Real Madrid, ante un aluvión de lesionados que incluye a futbolistas decisivos como Pepe, Di María, Varane y Cristiano.
El conjunto blanco ha acumulado pésimas noticias esta semana. Tras su empate ante el Valladolid, no solo enterró casi todas sus opciones de pelear por el título de Liga, sino que además puso en serio peligro sus posibilidades en de levantar la décima.
En aquel encuentro, Cristiano se retiró en los primeros minutos por fatiga, según dijo el club, y ahora los médicos le recomiendan reposo porque puede volver a recaer. No está al cien por cien.
Peor es lo que le ocurrió Pepe. El central terminó con una visible cojera y las primeras exploraciones apuntaban a una pequeña sobrecarga. Pero ayer las pruebas revelaron que tiene algo más.
Así, el defensa estará unas dos semanas de baja al padecer una rotura de fibras en el gemelo de su pierna izquierda. Es decir, llegaría muy justo, si es que llega.
El problema para Ancelotti es serio, pues el tercer central, el francés Varane, arrastra una inflamación en la rodilla derecha. Si no están en condiciones, el italiano se vería obligado a recurrir a Nacho.
Mientras, Di María tampoco se encuentra en plenitud porque tiene un edema muscular que le obliga a guardar reposo. No son problemas pequeños para el técnico, pues la lista incluye a jugadores que han sido vitales para él durante toda la temporada.
No solo eso, sino que ya es segura la baja por sanción de Xabi Alonso para la final. Se trata de otro futbolista clave y que, según se vio esta temporada, no tiene un sustituto de garantías.
El complejo escenario se presenta a dos semanas de una final que se ha convertido en urgente para el equipo blanco por dos motivos: hace 12 años que no gana su torneo favorito y con sus pérdida de opciones en la Liga es la forma de convertir una temporada discreta en una campaña excepcional. Ahora la prepara a contrarreloj y lleno de preocupaciones.