El aguilucho cenizo (Circus pygargus) atraviesa una delicada situación a nivel nacional. Pero en Segovia cuenta con un ángel de la guarda, el grupo local de SEO, impulsor en 2013 de una exitosa campaña para salvar los pollos de esta especie cuya continuidad, este año, ha deparado todavía mejores resultados. Si el pasado ejercicio los ornitólogos segovianos salvaron cinco nidos de aguilucho cenizo, logrando que 16 pollos levantaran el vuelo, esta campaña descubrieron, diseminados por toda la provincia, 19 nidos de la especie, de los que han salido 40 pollos.
La tarea, según cuentan, ha sido ardua. En primavera los ornitólogos comenzaron a recorrer la Campiña segoviana en busca de parejas. Allá por abril se dejaron ver los primeros aguiluchos cenizos, después de concluir un largo viaje, de más de 3.000 kilómetros, desde el sur del Sahara, donde pasaron todo el invierno. En mayo se avistaron ya varios nidos, y la cifra fue incrementando hasta julio, en que alcanzó los 19.
Aunque, en principio, la zona de trabajo elegida se ceñía a la comarca de Santa María la Real de Nieva, luego se optó por ampliar prácticamente a toda la provincia, llegando incluso hasta la comarca de Ayllón, donde también se hallaron parejas de la especie.
Este año, las tierras de cereal, donde el aguilucho cenizo suele anidar, han tenido mala cosecha, y, por tanto, proporcionaron escaso refugio a la especie. Como consecuencia, la tasa de depredación de los nidos ha sido muy elevada. De los 19 nidos encontrados, los pollos de seis nos han llegado a volar. Por otra parte, en vista que la cosecha se iba a adelantar, los ornitólogos decidieron colocar una pequeña valla alrededor de un buen número de nidos, de forma que cuando la cosechadora llegara a este punto tuviera que dar un pequeño rodeo. “Si no se hubiera actuado en todos esos nidos, y teniendo en cuenta la alta tasa de depredación, cerca del 70% de los pollos habrían muerto”, estiman desde SEO, queriendo resaltar con este dato la importancia de llevar a cabo planes de conservación para que la especie no desaparezca.
Como novedad de este año, un total de 29 pollos han sido anillados por personal del Museo Nacional de Ciencias Naturales, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Además, también se tomaron datos morfológicos de los pollos y una muestra de su sangre. “La información que en un futuro puedan proporcionar estos aguiluchos cenizos anillados en Segovia —explican desde SEO— revelará a los científicos que trabajan con esta especie datos de gran valor, como cuales son sus rutas migratorias o la esperanza de vida de los ejemplares”.
CONSERVACIÓN
De los 19 nidos encontrados, la gran mayoría estaban en campos de trigo, un pequeño porcentaje en tierras de cebada y uno entre la vegetación natural que bordea un arroyo. Éste último, a juicio de SEO “el más interesante”, demuestra que “allí donde hay vegetación natural puede anidar el aguilucho cenizo”. Ahondando en ese asunto, los ornitólogos alertan sobre la pérdida de las lindes. “Si se consiguieran recuperar las lindes entre tierras, muchos aguiluchos cenizos podrían anidar allí y dejarían de depender de la época de la cosecha”, sostienen desde SEO, cuyos miembros subrayan que, ahora, un elevado número de pollos todavía no vuelan cuando pasa la cosechadora, por lo que acaban muriendo.
Con ánimo de concienciar a la población, SEO impartirá charlas divulgativas sobre los problemas de conservación de la especie.
APOYO DE LA DIPUTACIÓN Y LOS AGRICULTORES
La campaña 2014 de SEO ha contado con la colaboración de la Diputación de Segovia. “Nos han ayudado a contactar con los alcaldes de los municipios donde se localizaron los nidos, y además nos han dado una ayuda económica para sufragar los gastos de combustible y los materiales necesarios para llevar la campaña”, agradecen desde SEO.
A la hora de hacer balance de la campaña 2014, los ornitólogos no olvidan citar a Juan Carlos, Pepe, Nemesio, Fidencio, Santi, Tomás o Felipe, los nombres de “algunos de los agricultores que este año han tenido la suerte de tener un nido de aguilucho cenizo en sus tierras”. “Todos ellos —agregan los ornitólogos— nos han abierto las puertas de sus casas amablemente y han accedido a colaborar en el proyecto desde el primer momento”. Para SEO, todos ellos “deben sentirse orgullosos” de conservar el medio ambiente y contribuir a que las generaciones futuras pueden ver el elegante vuelo de un aguilucho cenizo.