La Oficina Europea de Policía, Europol, subrayó ayer, en su informe anual sobre terrorismo, que ETA sigue respetando el cese definitivo de la actividad armada que decretó en 2011, así como que la violencia callejera de los grupos juveniles que le apoyan bajó a «niveles muy bajos» el año pasado. No obstante, alertó de que la organización terrorista continúa utilizando Francia para esconder armas y explosivos, así como matrículas de coches obtenidas ilegalmente en el pasado, que podría utilizar si decide reanudar su actividad criminal.
«Este equipamiento podría ser utilizado para una posible reanudación de los atentados», resaltó la Oficina Europea de Policía, que recordó que seis presuntos miembros de la banda, supuestamente responsables de operaciones logísticas, fueron detenidos en Francia en mayo de 2013.
ETA publicó seis comunicados en 2013, según apuntó Europol, en los que reiteraba su compromiso con un proceso de paz negociado. «No obstante, el grupo no se ha distanciado categóricamente de su pasado violento, ni tampoco ha declarado su disolución. Algunas personas ligadas al grupo discreparon de este proceso de paz y expresaron su disposición a reanudar la actividad terrorista», indica el informe.
Mientras, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, lamentó ayer en Madrid «el desprecio y el olvido al que se somete» a las víctimas del terrorismo en Euskadi, donde «las ciudades no recuerdan a los damnificados allí donde fueron asesinados». Su portavoz, Regina Otaola, había acudido a un pleno del Ayuntamiento en el que se acordó la colocación de placas en los lugares de la ciudad donde murieron centenares de personas a manos de ETA.
