La Policía de Kosovo arrestó ayer a 40 hombres sospechosos de haber combatido con los insurgentes islamistas en Siria e Irak. Según la justificación de las autoridades kosovares, esta medida pretende acabar con el reclutamiento de voluntarios.
La Policía se incautó de explosivos, armas y munición de varios calibres en esta operación. Los 40 hombres estaban siendo interrogados por su supuesta participación en actos contra el orden constitucional de Kosovo y por poner en peligro la seguridad del Estado, según informó la Policía en un comunicado. “Estamos buscando a otros a los que no hemos encontrado en sus casas”, dijo el portavoz de la Policía de Kosovo, Baki Kelani.
Los medios locales confirmaron que un hombre de 18 años procedente del este de Kosovo murió en Siria la semana pasada, lo que elevó el número total de albanokosovares que combaten en Siria a 16. Una fuente de la Inteligencia kosovar aseguró a su vez que entre 100 y 200 ciudadanos podrían haber ido a Siria e Irak con la intención de luchar.
Parlamento
El Parlamento de Kosovo tiene previsto aprobar una ley que prohíba el alistamiento de los ciudadanos en insurgencias y lo condene con una pena máxima de 15 años de cárcel. La sociedad kosovar quedó impactada el mes pasado cuando circularon por las redes sociales las fotos de Lavdrim Muhaxheri, un albanokosavar que combate con el Estado Islámico, en las que se le podía ver decapitando a un joven en Irak.
El Gobierno de Kosovo difundió un comunicado en el que asegura que el Estado “defenderá firmemente los valores euroatlánticos, la libertad individual, el secularismo y los derechos legales y constitucionales de todas las comunidades en Kosovo”. El presidente Atifete Jahjaga, que ayudó a coordinar las acciones de las agencias de seguridad contra los milicianos que van a Irak y Siria, ha asegurado que Kosovo nunca será un “refugio para el extremismo”.